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La temporada de Navidad en las comunidades Latinas de Filadelfia, suele centrarse en la familia y en la religión. Dentro de la comunidad puertorriqueña, la tradición lleva por nombre Parranda.
Foto: Archivo AL DÍA News
 
 

El ritmo latino en navidad

La identidad musical en una celebración. Dentro de la multiplicidad de costumbres navideñas en la comunidad latinoamericana, la música siempre ha sido consorte…

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La música es el verbo del espíritu, que se manifiesta cuando las palabras no son suficientes.

Cada momento, en cada cultura, cada celebración con cada necesidad, vienen todos acompañados de la vibración vocal y del ritmo, que acompasan y representan la alegría, el dolor, la esperanza y el amor.

En todas las sociedades de todas las culturas, existen rituales que ameritan la expresión del sentimiento, y las Navidades parecieran ser el epítome de ellos.

Durante el mes de Diciembre, la celebración del nacimiento del mensajero de los Cristianos es el repertorio más trabajado en la historia de la música, sobretodo desde la incorporación de los textos del Evangelio a las composiciones musicales a partir del siglo XVII.

Pero fue la música popular la que alcanzó las esferas sociales más distantes y menos letradas, transformando el mensaje evangelizador en un componente cultural fundamental para la tradición Navideña.

Sobretodo en Latinoamérica, donde la fusión cultural ha sido tan profunda y tan enriquecedora. 

El tambor africano, los instrumentos indígenas y la espiritualidad de la península, son los componentes que han enraizado la música popular Latinoamericana, que se hace presente durante los últimos meses del año.

EN LATINOAMÉRICA

Los Villancicos son el género popular musical Navideño, por antonomasia. 

Provenientes de las villas, eran la música popular no religiosa que formaba parte de la tradición oral, surgido de manera espontánea, para la narración del nacimiento de Jesús. 

Junto con la catequesis, la música popular religiosa se difundió por toda Latinoamérica, incorporando ritmos caribeños y otros géneros, pero manteniendo la oralidad.

Los más populares siempre han sido El Tamborilero, Mi burrito sabanero, Noche de Paz y Feliz Navidad.

La transformación del Villancico se hizo local en cada uno de los países latinoamericanos, otorgándole su color particular de acuerdo a la identidad de cada Nación.

En Venezuela, por ejemplo, surgió el Aguinaldo. 

Diferenciándose del regalo propio de la navidad, el género musical nació de la mano con la liturgia y la adoración del nacimiento de Jesús. 

Es tradición no sólo la representación material del nacimiento en Belén, sino la manifestación musical para “adorar al niño Dios”. 

El Aguinaldo venezolano cuenta con versos hexasílabos que suelen improvisarse, acompañados del violín, el cuatro, el clarinete, el bandolín, el furruco, los tambores, maracas y guitarra.

Existen dos géneros de aguinaldos: la parranda y el religioso, cuya diferencia fundamental suele ser la temática, y suelen variar de acuerdo a la región geográfica de la que provengan (oriental, central, guayanés, andino). 

La Iglesia Católica, hizo una de las primeras excepciones en la liturgia en Venezuela, permitiendo la música popular y alegre dentro de la celebración de las misas navideñas. 

Las canciones más conocidas suelen ser Niño Lindo, Cantemos Cantemos, Nació el Redentor, De Contento, Fuego al Cañón, Tun Tun, Un Feliz Año pa’ti, A ti te Cantamos y El Ángel Gabriel.

Pero uno de los géneros musicales más potentes en la temporada festiva venezolana siempre han sido las gaitas. 

Si bien forman parte del repertorio musical nacional (reconocidas como Bien Patrimonial de Interés Cultural y Artístico de Venezuela), la comunidad venezolana alrededor del mundo asocia la gaita con las fiestas navideñas.

El origen de este género musical fue la conjugación del villancico de los misioneros católicos, la percusión de los tambores, el sonido del furrureiguire, las maracas y la charrasca, además de una variación de la guitarra ibérica: el cuatro. 

Si bien existen teorías que sugieren que la gaita nació como un canto de protesta de los esclavos, también existen otras versiones que adjudican sus inicios directamente a la fusión del canto religioso.

Es una composición con estructura formal de estrofa-estribillo, de métrica regular e irregular y con rima asonante o consonante, con autonomía en la forma tradicional de interpretación, bien sea gaita de furro, de Santa Lucía, de Tambora o de Tamborera.

Las agrupaciones más conocidas en el género de la gaita son Gran Coquivacoa, Cardenales del Éxito, la Agrupación Gaitera Rincón Morales, Guaco y Maracaibo 15.

Entre las canciones más emblemáticas de la gaita navideña se encuentran: Sin Rencor, La grey Zuliana, Viejo Año, Negrito Fullero, Sentir Zuliano, Gaita buena no envejece y Nostalgia decembrina.

De la misma manera, cada país latinoamericano ha adoptado los recursos religiosos de la colonia y les ha transformado en un proceso de hermoso sincretismo, dando origen a su identidad cultural, que si bien comparte algunos elementos con sus hermanos continentales, siguen teniendo características propias.

Tal es el caso de la chacarera en Argentina: un ritmo y danza folclórica que se ha extendido desde la provincia de Santiago del Estero hacia el resto del país. 

Ejecutada tradicionalmente con guitarra, bombo legüero y violín, la chacarera tiene una coreografía y un ritmo particular de acuerdo a la zona geográfica donde se le ejecute, y es tradicional en la época Navideña. 

Sus intérpretes más conocidos han sido Los Fronterizos, Los de Salta, Los Chalchaleros, y sobretodo la familia Carabajal.

En Bolivia, la tradición cuenta con la construcción de instrumentos musicales por parte de los niños durante la fiesta de Navidad, para cantar canciones propias como Niño Manuelito.

Ecuador, por su parte, dio origen a una de las canciones más conocidas en Latinoamérica, por su acompañamiento musical y por el protagonismo que tiene durante las paraduras, o celebración de los primeros pasos del niño Jesús. 

Hablamos de la obra de Salvador Bustamante Celi, Dulce Jesús Mío.

En República Dominicana no falta el merengue durante las navidades, siendo éste el género musical que representa al país y que se ha adaptado a todas las temporadas.

 

Y EN CASA...

La temporada de Navidad en las comunidades Latinas de Filadelfia, suele centrarse en la familia y en la religión. Dentro de la comunidad puertorriqueña, la tradición lleva por nombre Parranda. 

Esta celebración comienza a principios de diciembre y prosigue durante las Navidades incluso llegando al Día de Reyes, el 6 de enero. El significado de Parranda indica la reunión de un grupo de amigos para sorprender a sus vecinos y es una versión de los villancicos.

La mayoría de las personas involucradas en la parranda cantarán y tocarán algún instrumento (bien sea la guitarra, tamboriles, palitos o maracas). 

La parranda no pretende ser religiosa, sino más bien es una expresión laica producto de una hibridación. 

Existen otros aguinaldos tradicionales o canciones de Navidad que también mantienen el espíritu de las festividades.

Normalmente los miembros o parranderos llegarán a la locación y se reunirán silenciosamente en la puerta de alguna casa. Las parrandas normalmente comienzan después de las 10 de la noche para poder sorprender al vecino. Una vez que la persona observa al grupo, les invita a la casa donde hay refrigerios, música y bailes.

Tras un par de horas el grupo, incluyendo al dueño de la casa, saldrán a buscar a más personas. A veces la parranda puede durar toda una noche y no terminar sino hasta horas de la mañana.

Por otra parte, las posadas se cree que provienen de los frailes agustinianos de Acolman, cerca de la Ciudad de México. En 1586, el Fraile Diego de Soria recibió una bula papal por parte de Sixto V para celebrar las misas de Aguinaldo entre los días 16 y 24 de diciembre.

Los Aztecas tenían la tradición de honrar a su Dios Huitzilopochtil durante el solsticio de invierno. Se celebraban comidas especiales donde los invitados recibían pequeñas figuras del ídolo hechas con una pasta de maíz tostado en el suelo y sirope de agave. Los frailes terminaron combinando ambas celebraciones.

La palabra posada implica “refugio” y es la representación tradicional de la travesía de María y José en búsqueda de un lugar dónde quedarse en Belén. La celebración comienza con una procesión donde los participantes sostienen velas y cantan villancicos, mientras otras personas interpretan los papeles de María y José.

La procesión transcurre de casa en casa cada noche, ambientada con la Canción para Pedir Posada, que consiste en dos partes: una interpretada por las personas en la calle, que reza las palabras de José pidiendo refugio, mientras una contraparte es cantada desde adentro de las casas diciendo que no hay vacantes. 

Tras un breve intercambio entre ambas partes, el posadero decide finalmente dejarles entrar. El anfitrión abrirá la puerta y todos podrán entrar.

Las fiestas dentro de casa comienzan con una lectura de la Biblia y una oración, para dar paso a los tamales y una bebida caliente como el ponche o atole. Los invitados partirán piñatas y los niños tendrán dulces. 

Las nueve noches de las posadas representan los nueve meses que llevó María a Jesús en el vientre.

La Novena en América del sur es una celebración religiosa mezclada con las parrandas. Por ejemplo, en Colombia, la Navidad comienza el 7 de diciembre con la celebración de la Inmaculada Concepción, día conocido como El día de las Velitas.

A partir del 16 de Diciembre, las personas se reúnen cada noche a rezar La Novena de Aguinaldos, para recordar el nacimiento de Jesús. Esta tradición se remonta a finales del siglo XVIII cuando Fray Fernando de Jesús Larrea, seminarista de Quito, Ecuador, escribió una oración nocturna.

Posteriormente fue modificada por la Hermana María Ignacia, incorporándole un poema de aspiraciones llamado Los Gozos. Cada noche de la novena va acompañada por villancicos y comidas tradicionales.

La parte fundamental de las Novenas es el sistema llamado-respuesta en los Gozos, donde cada verso es respondido con el canto del Villancico de origen ecuatoriano, Dulce Jesús Mío, acompañado por panderetas que llevan los niños.

La celebración de la Navidad es muy importante para los niños latinoamericanos, quienes suelen escribir una carta al niño Jesús y ponerla en el nacimiento. La carta desaparece, lo que significa que el niño Jesús la tomó y sabe qué regalos colocar cerca de sus camas en la víspera de Noche Buena.

Es durante esta víspera cuando todos disfrutan de la cena de Navidad, donde se degustan tamales, natilla y buñuelos, seguidos del brindis familiar, siempre con un vaso de aguardiente o sabajón. 

En definitiva, la Navidad es una de las épocas más celebradas en la tradición latinoamericana. El imaginario religioso, la comida y la música, se conjugan para celebrar lo más importante y el núcleo de la comunidad hispana: la familia.