Si alguna vez se preguntaron cómo sería un día en la vida de un bailarín profesional Cubano, Malpaso Dance Company quiere mostrárselos. Durante su primer tour internacional y su primera visita a Filadelfia, la compañía presentará dos de sus mayores piezas: “24 horas y un perro” y “Por qué sigues”.

El show se llevará a cabo en el Prince Theater en conjunto con NextMove Dance y traerá consigo una ecléctica mezcla de ballet, danza moderna y estilo Afro-Cubano.

La primera interpretación de “24 horas y un perro” está planteada al estilo musical del compositor de jazz, y ganador del Grammy, Arturo O’Farrill, y combina la música expresiva y teatral con el estilo rítmico de la danza.

La obra está inspirada en la rutina diaria de un bailarín en la Habana, desde las rutinas temprano en la mañana hasta las horas dedicadas a perfeccionar la técnica dentro del estudio. La historia culmina en la G Street, un destino popular de la vida nocturna de la ciudad. El trabajo original de la compañía es un esfuerzo creativo que toda la audiencia disfrutará el día 15. “24 horas y un perro fue la primera creación colectiva de la compañía. Los bailarines están muy involucrados en el proceso entero de improvisación para el desarrollo del material”, dijo Fernando Sáez, uno de los fundadores de Malpaso.

La segunda mitad de la obra es una interpretación de la obra de Ronald K. Brown Why You Follow (2014), y es una exploración del ritmo Afro-Cubano. Este ensamble se desarrolla en cuatro etapas: Open Heart, Commitment, The Path y Faithfully Forward, con la música de Zap Mama, Gordheaven y Juliano.

Con respecto a The Allenko Brotherhood y Heavy Quarterz, Sáez comentó que “su estilo es también fusionado. Combina elementos de la danza tradicional americana con elementos del estilo africano, y en su caso también logra incluir elementos de la cultura de la danza afrocubana”.

Fundada por Fernando Sáez, Daileidys Carrazana y Osnel Delgado, la historia de la Malpaso Dance Company está basada en el crecimiento orgánico y la dedicación. Cuando tres bailarines que tenían carreras prominentes en la danza cubana se juntaron para crear su propia compañía, muchas veces, sus shows como solistas eran el material para sus actuaciones. Pero una vez que la compañía creció a 16 personas sin siquiera haber abierto audiciones, los fundadores decidieron evitar la presión sobre la danza y dejar que el trabajo orgánico fluyera dentro de los integrantes de la compañía.

“Sentimos que las colaboraciones son la manera más eficiente de luchar contra nuestras suposiciones, de enfrentarnos entre nosotros y nuestros profesores y acumular soluciones”, dijo Sáez.

Desde diciembre del 2012 hasta la actualidad, la compañía creció constantemente, experimentando con estilos de danza y encontrando un estilo colectivo que reflejara verdaderamente quienes eran y lo que realmente significaba asistir a un show de Malpaso. “Era importante para nosotros pensar en la gira tras haber creado la compañía. La intención al principio era desarrollar y consolidar un buen repertorio. No estábamos pensando tanto en el tour – esa no era la meta – era una consecuencia del trabajo que habíamos desarrollada y una consecuencia de las relaciones que habíamos logrado con coreógrafos internacionales”, dijo Sáez. Cubano hasta la médula, uno de los fundadores compartió que si bien nunca ha sido su intención crear un show de danza cubana, “no tuvimos opción sino expresar nuestro sabor cubano cuando bailamos, pues somos cubanos. Creo que está presente en nuestra coreografía por la corporalidad de los bailes y la versatilidad de los bailarines”, declaró Sáez.