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Tania Bruguera,
Tania Brugera se denomina como una "artivista", su obra está fundamenta en una visión política cuestionadora del gobierno castrista de Cuba.

Artista cubana Tania Bruguera sorprendió a Filadelfia

La "artivista" hizo parte de la exhibición Person of the Crowd: The Contemporary Art of Flânerie, de la Barnes Foundation. 

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El pasado jueves los transeúntes del centro de Filadelfia se vieron sorprendidos por un inmenso nkisi nkondi, una figura tribal del viejo Congo a la que tribus del sur de África le atribuían poderes mágicos y que era utilizada como amuleto para garantizar el cumplimiento de promesas.

La persona debajo del traje de lodo y clavos que caminó descalza durante más de dos horas y media desde la Fundación Barnes hasta el Independence Mall fue la reconocida artista cubana Tania Bruguera, quien revivió su acto llamado “Desplazamiento”, un perfomance que realizó por primera vez hace casi 19 años en La Habana, en pleno cumpleaños de Fidel Castro. 

La reacción de entonces fue una espontánea manifestación ciudadana en contra del gobierno. La reacción de las personas que este jueves se cruzaron con la “monstruosa” imagen fue de sorpresa y desconcierto. Muchos se preguntaban infructuosamente qué significaba la presencia de tan enigmática figura en Filadelfia, otros prefirieron quedarse con la duda y un registro fotográfico del extraño ser. Incluso alguien intentó colgar sin éxito un dólar en el atuendo.

Más allá de la anecdótica sorpresa ante el nkisi nkondi, la intervención de Bruguera en las calles de la ciudad buscó motivar una reflexión en torno a la necesidad de comprender las razones por las que muchas de las promesas de bienestar que se nos hicieron como sociedad no han sido cumplidas, ni en Cuba, ni aquí.

En declaraciones otorgadas al portal de noticias NewsWorks, Bruguera dijo que para entender su obra “se necesita tener algo de contexto político”. La “artivista” –tal y como se denomina–, hacía referencia a la situación política y social de su país, pero también a una relación estrecha que encuentra entre Cuba y EE.UU. “(Aquí, tal y como pasó allá) la gente se ha achantado, ha dejado la responsabilidad ciudadana en manos de las instituciones, y ahora se están viendo las consecuencias de eso”, comentó en conversación con AL DÍA News a propósito de la presidencia de Donald Trump. 

Para la artista cubana, generar una reflexión en torno a un tema tan cotidiano como el incumplimento de las promesas es más necesario hoy que nunca, sobre todo porque existe la necesidad de recuperar el protagonismo que cada persona tiene en la construcción de una sociedad mejor para todos.

“He tenido muchas discusiones con amistades de este país que creen completamente en el sistema y dicen que es imposible que aquí se dé una dictadura, pero siempre les digo, ‘ustedes tienen las instituciones pero tienen que ponerlas a funcionar; el hecho de que existan no quiere decir que sea suficiente.

(...) En chile, antes de la dictadura, también había instituciones democráticas; en Cuba las también existían y las eliminaron todas. Por eso digo que no se le puede dejar todo el trabajo a las instituciones, sino que la ciudadanía tiene que tomar consciencia de su poder”.

Es por ello que la obra de Bruguera –una mujer que, aunque creció en el seno de una familia cuyo padre desempeñó labores diplomáticas para la  Revolución, ha sido una dura crítica del gobierno–, está cargada de una intencionalidad que busca devolverle a los cubanos –y por ahí mismo a los inmigrantes de Estados Unidos– su sentido político de ciudadanos con derecho a participar en la toma de decisiones que afectan sus vidas.

“En Cuba y en otros lugares los gobiernos se han apoderado del imaginario político de la gente y de esa manera le han creado un fatalismo a las personas hasta el punto que no pueden imaginarse a ellas mismas en el poder”, señala.

“Yo abogo por el papel político del arte y por la oportunidad que tenemos los artistas de crear espacios para que otras personas hablen y sean escuchadas”.

El “artivismo” que la ha hecho merecedora tanto de críticas y detenciones en Cuba como de distinciones internacionales (Beca Guggenheim y el Premio Príncipe Claus, entre otras), supera las fronteras de su país natal. Bruguera es creadora del Immigrant Movement International una plataforma donde se conjugan el conocimiento, el activismo y el arte para promover los derechos de los inmigrantes. 

Sobre este tema dice que le gustaría ver algún día un “partido de los inmigrantes”, cuyos representantes en el poder sean “personas de la base que vengan de nuestra experiencia” y cuya agenda incluya los derechos de los indocumentados.

Bruguera estuvo en Filadelfia en el marco de la exhibición Person of the Crowd: The Contemporary Art of Flânerie, en la que la Fundación Barnes presenta hasta este 22 de mayo a más de 50 artistas internacionales cuyas obras, que van desde las tradicionales galerías hasta intervenciones en la calle, tocan temas como el apartheid, el consumismo, la equidad de género, la globalización y la indigencia, entre otros. 

Sobre la inclusión de su perfomance, Thom Collins, director y presidente de la fundación, y curador de la exhibición, dijo que “tiene una especial relevancia por el momento que EE.UU. vive en la actualidad. ¿Qué mejor lugar para terminar su caminata que el Parque Nacional de la Independencia, donde nuestra Declaración de Independencia y Constitución fueron debatidas y firmadas?”. 

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