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En enero de 2019 había más de 800.000 casos pendientes de adjudicación en los tribunales de inmigración de EE.UU.
En enero de 2019 había más de 800.000 casos pendientes de adjudicación en los tribunales de inmigración de EE.UU.

Observando el muro

En su nuevo libro, Eileen Truax explora cómo, al contrario de lo que muchos piensan, Estados Unidos “ya ha construido el muro”, que mantiene a los solicitantes…

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Pedro & Daniel

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Aunque el "muro", que tanto Trump como  muchos de los estadounidenses que votaron por él tienen en su mente, aún no se ha construido, sí ha resultado ser lo suficientemente poderoso como para atraer multitudes, acaparar titulares y hacer que el gobierno se detenga por completo en el que se ha convertido en el cierre más largo en la historia de la nación.

Pero la presencia física de un muro, sin embargo, en última instancia sería más simbólica que efectiva, según el nuevo libro de Eileen Truax, Hemos construido el muro: cómo los EE. UU. mantienen fuera a los solicitantes de asilo de México, América Central y más allá.

Esta periodista mexicoamericana ha cubierto temas políticos durante décadas, tanto en México como en los Estados Unidos. Al igual que su primer libro, Dreamers, publicado en 2013, Hemos construido el muro profundiza en el contexto histórico y político de un tema que, con demasiada frecuencia, se ha visto reducido a meras historias sensacionalistas en las narrativas de los medios de comunicación tradicionales.

 

Podcast produced by Lee Nentwig, AL DÍA News.

En una conversación en la sala de redacción de AL DÍA durante el mes de febrero, Truax explicó que su propósito al escribir este libro era cambiar el foco del muy discutido "muro", por el que el presidente Trump presiona continuamente, y apuntar a cuestiones mucho más reales y complejas. Por ejemplo, el hecho de que la burocracia del sistema de inmigración de EE.UU. bloquee a los solicitantes de asilo de ciertos países —en su mayoría procedentes de México y países de América Central—. Todo ello con el fin de que no se les permita entrar en nuestra nación, pese a que huyen de penurias y de la violencia extrema a la que se encuentran sometidos en sus países de origen.

Eileen Truax visitó Filadelfia tras ser invitada por Temple University y AL DÍA para participar en una charla en el Klein College of Media and Communications.

El sistema funciona

"Para mí, es importante, en este momento en particular, que las personas reconozcan que este sistema está funcionando de una manera que no ayuda a las personas y que se está utilizando nuestro dinero para no ayudar a las personas", dijo Truax, en una conversación con el CEO y editor de AL DÍA, Hernán Guaracao.

“La realidad es que el sistema de inmigración está financiado  por nuestros impuestos y se ve reforzado por décadas de de decisiones en los altos niveles del gobierno de los Estados Unidos, que han definido claramente cuáles son los países de origen ‘deseables’”

Truax señaló que, aunque "a veces sentimos que la inmigración, los inmigrantes y los solicitantes de asilo son una realidad lejana, que no tiene nada que ver con nosotros", la realidad es que el sistema de inmigración está financiado por nuestros impuestos, y se ve reforzado por décadas de decisiones en los altos niveles del gobierno de los Estados Unidos, que han definido claramente cuáles son los países de origen "deseables" para los solicitantes de asilo, mientras que hacen todo lo posible por cerrar la puerta a todos los demás.

"La idea de Hemos construido el muro es decir que, por supuesto, hemos escuchado la narrativa reciente que impulsa la construcción de un muro físico en la frontera para mantener la seguridad del país. Pero la verdad es que ya tenemos un muro burocrático que impide que, de muchas maneras, las personas lleguen al país legalmente y permite que el sistema seleccione a aquellos que quiere que vengan y para qué", aseguró Truax.

La periodista señala que también quería centrarse en detallar el proceso real de solicitud de asilo en los Estados Unidos, desde el momento en que alguien cruza la frontera hasta que se decide en el tribunal si es aceptado o enviado de vuelta a su país de origen.

Yamil, 18 meses ‘contra’ un muro

Así, a través de las historias de individuos, como Yamil, un hombre que prefería pasar 18 meses detenido en Texas en lugar de ser enviado de regreso a México, donde su vida estaba en peligro, Truax lleva al lector a los hechos y a los abrumadores números que acompañan la verdadera cara de la política de la administración Trump y la infraestructura que se creó mucho antes de él que asumiera el cargo.

Lo que es necesario es una mirada cercana a las entrañas de la maquinaria de la inmigración estadounidense, afirma Truax en su libro, con el que pretende desentrañar la complejidad de lo que para el presidente Trump es una Emergencia Nacional y lo que muchos otros han identificado como una crisis humanitaria; aquella que obliga a un gran número de familias e individuos de Centroamérica a solicitan asilo en la frontera sur de los Estados Unidos.

El uso de barreras físicas y legales para controlar a quién se le concede el privilegio de ingresar en la "tierra de la libertad” para perseguir “el sueño americano” no comenzó con la administración Trump, sin embargo, esta tradición quedó perfectamente manifestada con la "prohibición musulmana" emitida poco después de la llegada de Trump al cargo en 2017.

Tal y como Truax pone de manifiesto en la introducción en su último libro: "La política de inmigración desde la llegada de Trump a presidencia y en los años posteriores puede ser escandalosa y espantosa, pero esta política discriminatoria no es nada nuevo".

Los otros ‘indeseables’ antes de los latinos: judíos, italianos, irlandeses...

Los "otros" indeseables de la historia estadounidense han cambiado a lo largo de los siglos y las décadas, señala Truax. Desde las leyes que limitaban la entrada de inmigrantes chinos, japoneses y filipinos en la segunda mitad del siglo XIX, hasta rechazar a judíos e italianos a comienzos del siglo XX; pasando por el que sufrieron los mexicanos en el siglo XX, los centroamericanos en los últimos veinte años y los musulmanes en el siglo XXI.

Todo equivale a un precedente que ya se ha establecido y que consiste en "la normalización del uso de criterios políticos para establecer reglas para ingresar al país y otorgar el estatus de refugiado o asilo político", escribe Truax en su libro.

La política para aceptar solicitantes de asilo es, de hecho, una política internacional que Estados Unidos tardó ocho años en firmar después de la Segunda Guerra Mundial, en la Convención de 1951, señala Truax. Pero es en la forma en la que se aplica la ley, donde los Estados Unidos, así como otros países, crean su propio sistema de procesamiento y aprobación o denegación de solicitudes de asilo.

Si un venezolano viene y pide asilo, tiene un 80 por ciento más de posibilidades de ser aprobada

"En el caso de los Estados Unidos, el criterio es realmente político, por lo que si hoy viene alguien venezolano y solicita asilo, tiene más del 80 por ciento de posibilidades de ser aprobada. Pero si alguien con el mismo tipo de amenaza proviene de Honduras, tiene menos del 30 por ciento de posibilidades de ser concedida", dijo Truax, señalando el tipo de disparidad que surge de las simpatías políticas de los Estados Unidos.

En cuanto a la frontera sur del país, fue el presidente demócrata Bill Clinton quien inició por primera vez un esfuerzo a mayor escala para construir una barrera física en la frontera en 1994 para ayudar en los esfuerzos por combatir el narcotráfico desde México hacia los EE.UU.
 

Un muro de 700 millas, por George W. Bush
 

Después, fue el presidente George W. Bush quien autorizó la construcción adicional de una barrera fronteriza de 700 millas; fue en 2006, de la mano de la Ley de Cercas Seguras (Secure Fence Act), que se completó en 2016 de acuerdo con la Oficina de Responsabilidad del Gobierno.

Pero incluso para aquellos inmigrantes y solicitantes de asilo que logran llegar a territorio estadounidense y superar cualquier obstáculo físico o legal para ingresar al país, y presentar su solicitud de asilo, la acumulación de casos en los tribunales de inmigración evita que se resuelvan en un plazo corto.


En enero de 2019 había más de 800.000 casos pendientes de adjudicación en los tribunales de inmigración de EE.UU. Según el Centro de Intercambio de Registros de Acceso Transaccional (TRAC) de la Universidad de Syracuse, un número que duplica el de hace cinco años y representa un aumento del 61 por ciento en el número de casos atrasados ​​desde septiembre de 2016, durante el final de la Administración Obama.

Un atasco que en parte es consecuencia de unas políticas de arresto más agresivas por parte del gobierno de Trump y de la eliminación de un sistema de prioridad de deportación más estructurado, lo que se traduce esencialmente en el atraso en la tramitación de solicitudes. Según Truax, este es otro muro burocrático para aquellos que arriesgan sus vidas para cruzar la frontera y buscar seguridad en los Estados Unidos
 

Una nueva lente: diversidad en las redacciones
 

Para tener una conversación más real sobre el muro, que el presidente Trump ha defendido desde los primeros días de su campaña, y las políticas de su gobierno de separar a familias y las agresivas tácticas de detención y deportación, Truax dijo que debe haber un cambio en la forma en la que los periodistas cubren los eventos recientes en la frontera y en el sistema de inmigración; pero también en la forma en la que los medios de comunicación presentan los eventos más recientes en su contexto histórico y político.

"Esa es la razón por la que creo que necesitamos diversidad en las salas de redacción", dijo Truax. "Lo interesante que sucede durante esta administración es que, dado que todos los medios siguen la agenda del presidente, y el presidente decidió poner la inmigración en la agenda para distraernos de otros temas, ahora tenemos medios que prestan atención a este tema —así como a los hechos actuales y a las noticias de última hora—".

Trabajar y hablar con los reporteros que han llevado a cabo el trabajo de informar sobre inmigración y la frontera durante años y años es la única manera de tener una visión completa, según Trust. Así, cuando llega una información de última hora, ese evento puede ser cubierto en base a una continuidad.
 

Este tipo de contexto “no puede darse si usted es un periodista de CBS (por ejemplo), que vuela desde Washington o Nueva York, para cubrirlo”


Ese tipo de contexto y la historia completa "no puede darse si usted es un reportero de la CBS (por ejemplo), muy joven, que no está familiarizado con el área, que vuela desde Washington o desde Nueva York para cubrirlo", dijo Truax.

“Se puede ver a ese joven reportero, muy amable, diciendo: ‘Y aquí tenemos un refugio y en este refugio hay niños’. Y no están con los padres. Están separando a las familias".

Y es como, sí, porque no queremos que esos niños estén en prisión con sus padres.
 

Encarcelando a niños inocentes
 

Esa es una batalla que tuvimos hace 14 años, la de cerrar los centros de detención que solían tener niños dentro con los padres.

Después de una pelea de miembros de la comunidad, cambiaron las cosas, cerraron el centro de detención y crearon este refugio para tener a los niños, sí, allí, pero en clases, con camas para dormir, no detrás de los barrotes, como están los padres.

Esto no es lo ideal, pero cuando dices "lleva a los niños con sus padres", lo que estás diciendo es que lleven a los niños al centro de detención.

“Esa no era la idea, era sacar a los padres fuera del centro de detención, no poner a los niños con sus padres”, explicó Truax, resaltando el sensacionalismo que los reporteros utilizan a menudo y que a veces contribuye a pasar por alto las consecuencias humanas reales de la política de inmigración.
 

Un periodismo ‘de solución’


Para Truax, la solución pasa por que los reporteros locales y nacionales participen en colaboraciones más extensas para contar las noticias recientes, tanto en la frontera como en todo el país.
 

“El periodismo colaborativo es el futuro. Y en este país, si no lo hacemos, si no lo hacemos, seguiremos cubriendo do burbujas desde burbujas”


“El periodismo colaborativo es el futuro. Y en este país, si no lo hacemos, seguiremos cubriendo burbujas desde una burbuja", aseguró Truax.

"Poner a periodistas de los principales medios de comunicación con sus recursos con periodistas independientes, de diferentes etnias, periodistas locales, podría ser un gran activo para todos".

"Espero que algún día se den cuenta de eso", agregó.

"Y, por cierto, nos enteramos de la separación de familias todos los días, en todas las partes, todos los medios de comunicación lo cubrían. ¿Dónde están esas personas ahora?”.

Simplemente pasamos a otra cosa, eso es lo que pasa, dijo.

Si hay una persona que se asegurará de que eso no sea solo "lo que sucede", será Eileen Truax, junto con el resto de los periodistas a los que está llamando para analizar más detenidamente qué y de qué manera se está cubriendo la inmigración en los Estados Unidos.