Según las últimas cifras reveladas por los CDC, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, los nacimientos prematuros se incrementaron de forma importante durante el año 2016.

Si hace unos días descubrimos que un nuevo análisis de sangre permitía conocer con bastante exactitud si una mujer embarazada daría a luz a su bebé de forma prematura, hoy nos llega una nueva noticia relacionada con este tema. Se da la circunstancia de que, según el último informe publicado por los CDC, la tasa de nacimientos prematuros se ha incrementado notablemente en los últimos años, pasando de un 9,5% en 2014 a casi un 10% en 2016.

El informe además evidencia que la tasa de embarazos con término prematuro en mujeres latinas pasó de un 9% en 2014 a un 9,4% en 2016.

Partos prematuros

Se consideran partos prematuros aquellos que se producen antes de la semana 37 de gestación. Las razones detrás de este importante aumento de casos podría deberse en parte a la tendencia que existe en la actualidad a ser madre a una edad cada vez más tardía. Otras razones apuntan al creciente número de embarazos múltiples y al estrés creciente que sufre la madre. Estas últimas razones también pueden relacionarse con las maternidades tardías.

Los bebés que nacen entre las semanas 34 y 37 de gestación son considerados dentro de la prematuridad tardía. Se trata de una situación algo más favorable que la de los grandes prematuros pero no por ello libre de complicaciones. En el caso de no alcanzar las 32 semanas de gestación o de no pesar más de 1.500 gramos al nacer, los riesgos del recién nacido suben, por lo que deben ser tratados con sumo cuidado.

Los bebés con complicaciones pueden pasar meses ingresados en el hospital hasta que su estado y su peso se estabilice. Durante este tiempo, se aconseja a los padres que le visiten de manera habitual y favorezcan el contacto con el pequeño.