Conocida como la fruta del pecado por unos y como remedio natural por otros, la manzana es la reina de todas las fiestas. Ha sido objeto de nuestros mejores refranes, muchos de ellos referidos a la salud (“no hay cosa más sana que comer en ayunas una manzana” o el inglés “one apple a day keeps the doctor way”), y está presente en la mayoría de dietas.

La manzana es una de las frutas que aporta más nutrientes a tu cuerpo. Contiene fibra, vitamina A y vitamina C, hierro, calcio, magnesio, potasio y flavonoides. Los expertos están de acuerdo en que su consumo ayuda a frenar la creación de células cancerígenas, disminuye los niveles de colesterol malo en sangre y reduce la tensión arterial y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Cuando consumirla

En contraposición a otras frutas, la manzana no aporta grandes cantidades de calorías ni azúcares, por lo que se puede tomar a cualquier hora del día. Algunos nutricionistas consideran que el mejor momento para consumir la fruta es con el estómago vacío, ya que de esta manera se absorberán mejor los nutrientes y los antioxidantes de la pieza. Aunque no es perjudicial para nuestro organismo, se recomienda no tomarla por la noche, ya que el cuerpo no tendrá tiempo de quemar el azúcar natural que esta contiene, la llamada fructosa. Por tanto, parece que el desayuno es unos de los mejores momentos para consumir esta fruta. Además, junto con los cereales, los lácteos y los frutos secos, la fruta es considerada una parte esencial de un desayuno nutritivo.

Mejor sin pelar

El consumo de zumos de frutas se ha puesto de moda. Muchos bloggers y cocineros presentan sus innovadores zumos en los que habitualmente mezclan frutas con verduras. A pesar de que a veces estos zumos pueden ser un verdadero aporte energético y nutritivo para tu cuerpo, la realidad es que la fruta es mejor comerla sola. Los especialistas en nutrición siguen recordando que la manera más óptima de aprovechar el efecto saciante de la manzana, es lavándola bien y tomándola cruda y sin pelar.

También podemos utilizar manzanas para nuestros endulzar nuestros postres, asándolas o presentándolas en compota o en mousse. Sin embargo, recuerda que de esta manera estarás añadiendo algunos aditivos, habitualmente un poco de azúcar, que modificarán las famosas propiedades de la manzana. Una manzana al día, si. Pero no de cualquier manera.