En la actualidad quien más o quien menos consume algún tipo de suplemento nutricional. Es habitual ver a las mujeres que buscan un embarazo y a las ya embarazadas, consumir ácido fólico. Durante el invierno suplimos la falta de vitamina D con cápsulas, tomamos pastillas para completar nuestras reservas de hierro… ¿Cómo de efectivos son estos tratamientos? Según una nueva investigación realizada por un equipo estadounidense, la efectividad de estos complejos no solo podría ser reducida sino que en algunos casos podría incrementar la mortalidad.

Los investigadores participantes en este estudio analizaron todas las investigaciones publicadas entre los años 2012 y 2017 sobre enfermedades cardiovasculares y mortalidad por cualquier causa que incluyeran referencias al consumo de suplementos nutricionales.

Los resultados sorprendieron a los investigadores ya que no se pudo ver cómo los complementos vitamínicos, así como el consumo de calcio y selenio, no habían logrado ningún tipo de beneficio en los pacientes que lo consumieron. Por otra parte, complementos como el ácido fólico o la vitamina B solo mostraron beneficios en algunos casos.

Incrementos de riesgos

Este estudio pudo observar también que algunos de los suplementos nutricionales más consumidos, podrían aumentar la mortalidad de aquellas personas que lo consumen. Se trata de mezclas de antioxidantes y de una forma de vitamina B3 llamada niacina. El consumo de estos complejos vitamínicos aumentan los riesgos de los enfermos cardiovasculares y por tanto el riesgo de mortalidad.

Los resultados de este nuevo estudio llaman por tanto a la vuelta a la nutrición tradicional. El aumento del consumo de frutas y verduras aportaría el nivel de vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita durante el día sin necesidad de tener que recurrir a complejos vitamínicos.