Los datos publicados por JAMA Pediatrics a principios de noviembre de este año son preocupantes. Según sus pesquisas, parece que los niños y adolescentes de entre 10 y 17 años de nuestro país, no pasan sus controles sanitarios anuales.

Se trata de una situación cuanto menos preocupante. A pesar de que la mayoría de los niños y adolescentes en esa edad se encuentran sanos, también es durante esas edades cuando se pueden detectar los principios de enfermedades importantes. No olvidemos que la obesidad, uno de los principales problemas de salud de nuestro país, se detecta en edades muy tempranas y requiere de un seguimiento médico. Además es en estas franjas de edad cuando los adolescentes pueden presentar las primeras infecciones de transmisión sexual e indicios de depresión o consumo de drogas.

Ley de Cuidado de Salud Asequible

El estudio realizado por JAMA Pediatrics versa sobre el hecho de la aparición de la Ley de Cuidado de Salud Asequible. Esta ley de salud aprobada en 2010, exigía a las aseguradoras cubrir por completo los exámenes preventivos de los pacientes, sin exigirles un pago por ello. Con este estudio, JAMA Pediatrics pretendía analizar si la llegada de esta ley ha ayudado al cuidado preventivo de los adolescentes. Para ello analizó las visitas y servicios preventivos prestados a adolescentes antes y después de la aplicación de la ley.

Los datos fueron concluyentes. Las visitas médicas preventivas entre los 10 y los 17 años de edad aumentaron de un 41% antes de la aplicación de la normativa, al 48%. A pesar de que a priori parece una buena, aunque modesta noticia, la mayoría de los adolescentes sigue sin acudir a sus citas preventivas.

Prevención, la mejor opción

Llama la atención que, a pesar de que muchas familias recibieron el apoyo de su seguro, los pequeños siguieron sin atender sus exámenes médicos preventivos. La prevención es la mejor manera de atajar la aparición de problemas comunes en nuestros adolescentes como la obesidad. El seguimiento de un profesional médico es clave en la prevención de las enfermedades más comunes. Es por ello que una correcta educación sanitaria y el seguimiento rutinario del estado de salud, puede ser la llave de una vida adulta sana.