Hace años, los sistemas de electrofitness eran conocidos por sus apariciones nocturnas en televisión. Se trataba de una serie de electrodos que, generaban unas pequeñas descargas en tu cuerpo, consiguiendo que tus músculos se contrajeran. ¿El resultado? Según los comerciales de entonces, podías pasarte la tarde tumbado en el sofá y levantarte con un cuerpo de cine. La idea pareció no triunfar, ya que las descargas en cuestión eran algo molestas y los resultados no tan increíbles.

Sin embargo, años después, los entrenadores personales han comenzado a reintroducir los sistemas de electroestimulación muscular. Los primeros en probar los nuevos sistemas de electrofitness (que poco tienen ya ver con aquellas máquinas que se anunciaban por la noche), han sido como siempre los famosos. Diferentes personalidades no han dudado en mostrar los cambios en su cuerpo debido al uso de estos aparatos.

Hace unos días Nueva York, cuna de todas las modas, inauguraba un nuevo gimnasio de electroestimulación muscular. El lugar, llamado Shock Therapy, ofrece clases de seis personas en las que se practican diferentes ejercicios a la vez que se porta un sistema de electroestimulación.

La promesa

Este nuevo y exclusivo gimnasio promete una transformación completa del cuerpo a través de entrenamientos que condensan tres horas de estiramientos y ejercicios cardiovasculares tradicionales en sesiones de tan solo 30 minutos. Además, desde el gimnasio advierten de que los entrenadores ajustarán de manera individual los impulsos eléctricos de cada alumno, maximizando los resultados y manteniendo un alto nivel de seguridad.

¿Qué dicen los expertos?

Poco se sabe sobre los efectos reales que la práctica del electrofitness podría tener sobre nuestro cuerpo. Es verdad que tras varias sesiones, nuestros músculos lucirán más definidos. Sin embargo, los expertos recuerdan que la práctica de esta nueva actividad no puede ser llevada a cabo por cualquier tipo de persona. El electrofitness está desaconsejado para pacientes con embolias o arritmias cardiacas, epilépticas o con problemas que afecten a la circulación normal de la sangre. Así mismo, no se recomienda que las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia lo practiquen.

Lo recomendable es que las personas que lo realicen partan ya de una base de ejercicios habitual. Deportistas habituales que quieran dar un paso más en la defición de sus músculos o quieran complementar su entrenamiento con sesiones esporádicas. Y se recuerda que, a pesar de sus bondades, nada debería sustituir a la práctica de deporte tradicional.