En nuestro país es habitual oír decir a una persona que es alérgico a la penicilina. Y es que, a pesar de que este antibiótico utilizado para tratar las infecciones bacterianas es uno de los menos tóxicos que existen, si puede llegar a generar alergias, en ocasiones severas y peligrosas.

Sin embargo, parece igual de común que la persona diagnosticada o declarada como “alérgica a la penicilina” tan solo sufra síntomas leves tras haber tomado este medicamento, no siendo intolerantes a su ingesta.  Entre estas reacciones leves pueden encontrarse mareos o descomposición pero nada que haga imposible o peligrosa su ingesta.

En la actualidad, más de 30 millones de estadounidenses son oficialmente considerados como “alérgicos a la penicilina” ya que así consta en su registro médico. Sin embargo en la mayoría de los casos se ha llegado a esta conclusión basándose en una mera reacción generada por el cuerpo que se repite en el caso de ingesta de otros antibióticos y que además, no impide su administración.  

Existen numerosos casos en los que un paciente considerado erróneamente “alérgico a la penicilina” sufre menos si se le suministra este medicamento, a pesar de que tenga que hacer frente a los leves efectos que este genera en su cuerpo.  

Alérgicos a la penicilina

Las personas que creen erróneamente que son alérgicas a la penicilina optan por adquirir otro tipo de antibióticos que no solo son más caros sino que además pueden entrañar un rasgo para su salud. Es por ello que los expertos en este tema recomiendan que si la alergia a la penicilina fue diagnosticada hacer más de 10 años, se vuelva a someter al test de alergia para poder confirmarlo.

Se trata de una rápida prueba que asegurará el diagnóstico correcto, evitando a los pacientes correr riesgos innecesarios. Es importante conocer correctamente a qué medicamentos tenemos alergia y cuáles podríamos ingerir en caso de necesidad.

En la actualidad existen diferentes medicamentos que contienen penicilina así como derivados de la misma. Puede administrarse tanto con pastillas como a través de inyecciones.