El estreñimiento supone un mal funcionamiento de nuestro intestino, que nos hace posponer el momento de ir al baño. Nos hace sentirnos hinchados y en la mayoría de casos influye en nuestro humor, ya que nos hace sentirmos incómodos. El estreñimiento es un mal común que afecta a la mayoría de la población en varios momentos de su vida. Por lo tanto, respira. No estás solo. Las buenas noticias son que, al ser una dolencia que afecta a mucha gente, se ha estudiado mucho. Por ello conocemos las claves que pueden ayudarte a rebajarlo o a evitar su aparición.

El desayuno es la clave

Mucho se habla de la importancia del desayuno y de la necesidad de comer equilibrado durante las primeras horas del día. Si tienes tendencia al estreñimiento, un buen desayuno puede suponer un gran cambio en tu vida. Aprovecha la primera comida del día para combinar los nutrientes y vitaminas que ayudan a tu cuerpo a luchar contra el estreñimiento. Incorpora algo de fibra como frutas y cereales enteros (¡nada de cereales azucarados!). Olvídate también de tomar las frutas en zumo. Es importante que tu cuerpo reciba todos sus nutrientes así que la mejor manera es tomarlas enteras.

Fuera alimentos grasos

Pero solo aquellos que contengan grasas saturadas. Estamos hablando de la bollería industrial y de todos los alimentos que contienen aceites de palma. Olvídate de las galletas, las comidas preparadas y las salsas. Como siempre lo mejor es prepararte tú mismo la comida y optar por alimentos que contengan grasas saludables. Por ejemplo el aguacate, los frutos secos o el salmón.

Añade un poco de deporte

Hay que darle movimiento a tu intestino. La actividad física mejora la actividad gastrointestinal así que nada mejor que apuntarte al gimnasio. Si nunca antes has realizado ejercicio, opta por el power walking. Andar 30 minutos al día o alcanzar los 10.000 pasos diarios puede ser una buena manera de iniciarse.

Algo de calma

Que el estrés puede revolverte el estómago no es una frase hecha. Las emociones, las preocupaciones o el desasosiego puede hacer que tu intestino no funcione correctamente. Es importante que te tomes las cosas con tranquilidad, sin exigirte demasiado y tratando de disfrutar todos los momentos de la vida. Un esfuerzo en este sentido conseguirá darle una tregua al funcionamiento de tu intestino. Prueba a crear una rutina en la que incorporar los momentos en los que vas al baño. De esta manera estarás enseñando a tu cuerpo a regularse.

Hidrátate

La ingesta habitual de agua ayudará a hidratar tu intestino, asistiendole en sus funciones y contribuyendo a su buen funcionamiento. No hace falta que bebas agua si no tienes sed. Símplemente ten agua siempre a mano. El solo hecho de tenerla cerca hará que tu cuerpo tenga la necesidad de consumirla.