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"Érase una vez... en Hollywood", "1917" y la actuación de Joaquin Phoenix en "Joker", los triunfadores de los Globos de Oro. Foto: Paul Drinkwater/NBCUniversal Media, LLC via Getty Images.
"Érase una vez... en Hollywood", "1917" y la actuación de Joaquin Phoenix en "Joker", los triunfadores de los Globos de Oro. Foto: Paul Drinkwater/NBCUniversal Media, LLC via Getty Images.

¿Una toma falsa? La “larguísima” nostalgia de Tarantino marca Los Globos de Oro 2020

Una gala con muchas sorpresas, algunas de ellas decepcionantes... excepto para el actor Joaquin Phoenix.

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“¡Mátenme!”, exclamó el presentador de los Globos de Oro, Ricky Gervais, antes de la entrega del último galardón en una gala casi tan larga como “Érase una vez... en Hollywood”, que se convirtió en la estrella de la noche llevándose el premio a mejor película en la categoría de comedia y musical, a mejor guión y a mejor actor secundario para Brad Pitt. Dejando una cosa clara: a la industria le encanta mirarse en el espejo.

En tanto, la shakespeareana “1917” del británico Sam Mendes, basada en los recuerdos de su abuelo en la Primera Guerra Mundial y rodada en un único plano secuencia, se llevó el galardón al mejor drama y a mejor director, los más codiciados de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA).

Una noche larga y muy negra fue la que tuvieron dos de las cintas favoritas, “El Irlandés” e “Historias de un matrimonio”, nominadas en cinco y seis categorías, respectivamente. Si bien el drama de Noah Baumbach sobre un divorcio –que ya ha adquirido la fama de ser una cinta que rompe relaciones en crisis– se llevó tan solo un premio, el de mejor secundaria para Laura Dern (arrebatándole el puesto a JLo); Scorsese, muy criticado por el “lifting” de sus legendarios mafiosos, se fue a casa con las manos vacías. Y no lo hizo de una forma muy deportiva, su cara cuando Tarantino subía al escenario del Hotel Beverly Hilton de Los Angeles a recoger el premio a mejor guión merecería una nueva categoría a “mejor director dramático”. Y eso que ya había recibido ni bien empezó la ceremonia los chistes de Gervais sobre su estatura. 

No obstante, unos y otros supieron cómo vadear las agrias sorpresas, sobre todo Sam Mendes, que haciendo gala de su “charm” inglés, reconoció al recoger el galardón que “no hay un director en esta sala ni en el mundo al que haga sombra Martin Scorsese”.

Los perdedores

Y Joaquin Phoenix. Aunque protagonizase al looser demente de "Joker" en la franquicia más antisistema de todas, el camaleónico Phoenix se llevó el premio a mejor actor dramático por uno de los grandes papeles de su carrera, arrebatándole el puesto al español Antonio Banderas por “Dolor y Gloria”, un filme de Almodóvar que tampoco consiguió el Globo de Oro a mejor película extranjera, que fue para la coreana “Parásitos” en un duelo épico entre dos grandes cintas que tendrá su segunda parte en los Oscars. 

El puertorriqueño Phoenix fue el único latino nominado en ser laureado -Awkwafina desbancó a Ana de Armas como mejor actriz de comedia por “Farewall”-, en tanto que la decadente Judy Garland de Renee Zellweger obtuvo el Globo de Oro a mejor actriz dramática cuando parecía que su carrera iba a la deriva. 

“Sandra Bullock actuaba en "Birdbox" -concluyó el presentador-, una película en la que hacía como si no viera nada. Igual que trabajar con Harvey Weinstein”, Ricky Gervais.

Otra “estrellada” de la noche fue Netflix, que solo se llevó dos premios, uno de ellos para la actriz Olivia Colman por su papel como la reina Isabel en la serie The Crown. Por el contrario, “Succession” de HBO y “Fleabag” de Amazon fueron las series favoritas. “Las películas y los cines ya no importan a nadie, la gente solo ve Netflix”, dijo Gervais. ¿Una broma? ¿Un fallo de giro del guión?

No faltaron momentos reivindicativos, como los discursos de Patricia Arquette -mejor actriz de reparto por “The Act”- y Michelle Williams -mejor actriz de miniserie por “Fosse/Verdon”-, quienes criticaron la ofensiva de Trump en Iran y animaron a las mujeres a votar según su interés, además de recordar los incendios en Australia, que impidieron a Russell Crowe, premiado por la miniserie “La voz más alta”, de Showtime, asistir a la ceremonia. 

Lo que no faltó tampoco fue la mención a Weinstein, cuyo juicio empieza hoy: “Sandra Bullock actuaba en Birdbox -concluyó el presentador-, una película en la que hacía como si no viera nada. Igual que trabajar con Harvey Weinstein”.

Quedará por ver si el próximo 13 de enero, cuando se descubra la terna de finalistas a los Oscar, las sorpresas, agradables o no, continúan.