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Shenandoah crimen de odio o violación de Ley de Vivienda Justa

Los crímenes de odio supuestamente están menguando según el número de incidentes y víctimas reportados de acuerdo con las estadísticas del FBI publicadas en…

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Los crímenes de odio supuestamente están menguando según el número de incidentes y víctimas reportados de acuerdo con las estadísticas del FBI publicadas en noviembre del 2010.

Con todo, poco consuelo le brinda a cada una de las víctimas atacadas por al menos uno de cinco prejuicios: 4.057 en razón de su raza –la mayoría afroamericanos-, 1.575 por su religión –la mayoría judíos-, 1.482 por su orientación sexual, 1.109 debido a su etnia –mayoritariamente hispanos-, y 99 por ser discapacitados.

En octubre del 2010 "tres hombres fueron sindicados en Nuevo México por asaltar a un indígena Navajo discapacitado; un individuo fue sentenciado por colocar una horca en la casa de un inmigrante hondureño en Louisiana, y otro hombre fue sentenciado por quemar una iglesia afroamericana en Massachusetts", reportó el FBI.

Otra víctima fatal de un crimen de odio perpetrado en julio 12 del 2008 en Shenandoah, Pensilvania, fue el mexicano Luis Ramírez.

Esta semana quienes perpetraron el crimen fueron sentenciados a 9 años en prisión, luego de que un jurado federal "encontrara a los acusados (Piekarsky y Donchak) culpables de violar mediante felonía la Ley Federal de Vivienda Justa, por golpear fatalmente a Luis Ramírez por ser latino y porque no querían que los latinos vivieran en Shenandoah (PA)", comentó la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia.

Pese a que estas condenas impuestas por el juez federal Richard Caputo fueran más leves que los 12 a 15 años que sugieren las directrices para sentencias federales, para el juez Caputo no existía duda sobre el objeto y la causa de esta tragedia: "La intención era hacerle daño… el señor Ramírez murió por causa de su raza".

Algo de justicia es sin duda mejor que la parodia que presentó anteriormente un jurado local de Shenandoah, absolviendo a la pandilla de "muchachos", lo que resultó en celebraciones con "varios vehículos paseándose por Shenandoah sonando sus bocinas", como atestiguó el periódico local Republican Herald.

Gracias a la justicia federal, hoy el ánimo en Shenandoah es sombrío, mientras que uno de los criminales, Piekarsky, finalmente expresó remordimiento y se disculpó con la familia Ramírez.

La justicia sin embargo, encontró su camino de manera kafkiana, así es, extraña cual pesadilla la sentencia llegó porque se violó una norma de la Ley de Vivienda Justa –el acto de prevenir que un hispano viva en Shenandoah- mas no por el solo crimen de homicidio.

Esto evoca el tipo de justicia que se le aplicó al más conspicuo de los mafiosos en la historia estadounidense, Al Capone, quien solo fue a prisión por evasión de impuestos y desacato a la autoridad, y no por sus numerosas extorsiones, asaltos y asesinatos.