Nunca una enfermedad tuvo un nombre tan romántico. La mononucleosis es una enfermedad contagiosa causada por el virus de Epstein-Barr. Este virus se transmite principalmente a través de la saliva, lo que ha hecho que se conozca popularmente como “la enfermedad del beso”.

¿Por qué aparece?

La mononucleosis suele aparecer entre los 15 y los 25 años, edades en las que los jóvenes establecen sus primeros contactos más íntimos y cercanos. Se trata de la transmisión, principalmente a través de la saliva, del virus de Epstein-Barr. El contagio por tanto se transmite a través de los besos pero también puede ocurrir al compartir utensilios de comer.

En muchos casos esta enfermedad es asintomática, lo que quiere decir que la mayoría de las personas que la sufren no presentan ningún problema o síntoma. En el caso de estos aparezcan, suelen hacerlo en forma de fiebre, fatiga, dolor de garganta y cabeza, ganglios linfáticos inflamados en cuello y axilas, erupciones, inflamación en el bazo e incluso problemas hepáticos.

A pesar de que por lo general no se trata de una enfermedad grave, en ocasiones sí puede complicarse y degenerar en problemas de salud más serios.

¿Cómo protegerse?

Es complicado protegerse del contagio de la mononucleosis puesto que la mayoría de las personas que la sufren no son conscientes de ello. En el caso de que se diagnostique una mononucleosis, los médicos recomiendan reposo y mantenerse bien hidratado. Además, es importante estar atento ante la aparición de posibles complicaciones en el bazo. En el caso de que el bazo esté afectado, aparecería un intenso dolor en la parte superior izquierda del abdomen. Si esto ocurre, se debe acudir urgentemente al hospital.