La presidenta y CEO de la Cámara de Comercio Hispana de Filadelfia (GPHCC), Varsovia Fernández, y miembros de su junta directiva hablaron en mesa redonda con AL DÍA sobre el perfil del negociante latino y la importancia del mercado hispano.

¿Les gustaría dar una declaración inicial sobre GPHCC?

Mario Zacharjasz (presidente de la junta directiva): La Cámara de Comercio Hispana de Greater Philadelphia está destinada  a apoyar a los negocios hispanos en la región. También a ayudar a atraer negocios de fuera hacia la comunidad. No somos una organización de servicios sociales sino de negocios que se enfoca en educación financiera a través de mentoría y apoyo hacia los latinos. La cámara está en un momento excelente desarrollándose con muchos programas.

Varsovia Fernández: Yo llegué  a la cámara en 2006 con la intención de expandir y desarrollar la población de negocios latinos. La cámara no estaba creciendo a la par del mercado latino, por eso nuestra intención fue darle a los profesionales latinos la oportunidad de crecer y ser parte de este 'boom' nacional. La cámara es regional y cubre 11 condados, cinco en el sur de Nueva Jersey, cinco en Pensilvania, y uno en New Castle (DE). Tenemos dos programas principales, uno es de desarrollo, crecimiento y educación de los negocios pequeños. En este se provee asistencia técnica con la intención de que los miembros puedan crear crédito y puedan establecerse como negocios bajo el sistema estadounidense. También cuenta con una red que se llama 'Latina Leadership Network' para  guiar a mujeres hacia el liderazgo. El otro programa es 'Professional Mentoring Network', una red de mentores que da servicio a los hispanos profesionales con el propósito de encaminarlos en su carrera y en su liderazgo.

¿Cuál es el perfil de los miembros de GPHCC? ¿Qué requisitos piden para ser miembro?

Fernández: El requisito es simplemente contar con un negocio o ser un empresario. Ofrecemos membresias para individuos, para negocios pequeños y para corporaciones. También beneficios de salud, planes de retiro y pólizas de vida.  Les damos la oportunidad de hacer negocios con otros empresarios latinos, con corporaciones y negocios minoritarios. Nuestros miembros también tienen acceso a los cuerpos legislativos en sus tres niveles, federal, estatal y municipal. Nos diferenciamos porque nos enfocamos específicamente en el mercado latino, y hasta este día contamos con 382 miembros  teniendo acceso a más de 1200 negocios latinos que están involucrados con la cámara. La gran mayoría de nuestros miembros son hispanos y un porcentaje muy pequeño pertenece a otras minorías.

¿Tienen miembros en común con la Cámara de Comercio de Filadelfia? 

Fernandez: No creo que las haya. Nosotros ofrecemos los mismos beneficios financieros y eso facilita el proceso, pero ellos se enfocan en negocios más grandes. Cuando necesitan información sobre el mercado latino, ellos recurren a nosotros. Otra diferencia es que nosotros damos un alcance personalizado porque el latino necesita servicio de cara  a cara y en su idioma.

Luis Liceaga: Hay muchos comerciantes que no hablan inglés y no tienen acceso a la cámara general. En GPHCC casi todos somos bilingües.

¿Cuánto cuesta una membresía de GPHCC?

Fernández: Depende del tamaño del negocio,  puede ser desde $100 para individuos o hasta miles de dólares para compañías. Este precisamente es uno de los retos,  los negocios latinos no quieren  pagar porque no están acostumbrados a ese sistema.

Michael Muñoz: Este siempre ha sido un problema para nosotros porque la comunidad no sabe sobre la necesidad y beneficios de estar involucrada con la cámara. No creo que sea un asunto económico, más bien no ven la necesidad de participar en ella.También sucede que los negocios son pequeños y no tienen el tiempo de involucrarse.

En una comunidad latina tan diversa ¿cómo logran satisfacer las necesidades y a qué retos se enfrentan?

Zacharjasz: Entre los miembros hay barreras culturales, depende de que país vienen y hay que tomar en cuenta el tamaño del negocio. Un factor muy importante es la educación, cuando yo inicié una compañía de arquitectura yo podía haberme unido al Instituto Norteamericano de Arquitectos y me rehuse  completamente porque no pensé que lo necesitara. Fue hasta que me uní a este grupo que comprendí la importancia de apoyar a los tuyos. 

Fernández: En Latinoamérica las Cámaras de Comercio son casi gubernamentales y usualmente son para el rico. La mayoría de nuestros inmigrantes son gente de bajos recursos que vienen aquí a trabajar y no pueden buscar empleo porque se encuentran con barreras de idioma y de falta de información, por eso la educación y la información son tan importantes.

Muñoz: También nos encontramos con la problemática de que las nuevas generaciones hispanos no se quedan en la ciudad. Después de haberse preparado académicamente salen hacia los suburbios y a otras partes del país.

¿Cómo logran el alcance comunitario en la región?

Zacharjasz: A través de nuestro sitio web y redes sociales tenemos alcance comunitario, pero en realidad son los negociantes los que nos tienen que buscar para desarrollar sus recursos.

Fernández: En gran parte funcionamos por medio de palabra de boca. Nuestros negocios necesitan que los visitemos y les pongamos atención. Estamos en el siglo XXI donde la gente hace todo por internet, con los negocios de nosotros no se puede dejar simplemente en ese método.Por ejemplo en Norristown, básicamente vamos de puerta en puerta para crear vínculos de confianza con la comunidad. Tenemos campañas de información para reclutar miembros a través de los medios de comunicación, y a través de eventos comunitarios. 

¿Cuál es la clave en el desarrollo del mercado hispano de la región y qué deben saber los negociantes latinos?

Liceaga: Que con asistir a un taller una sola vez no basta, tienes que invertir tu tiempo y seguir asistiendo para que al final obtengas frutos. Este es un negocio de relaciones y algunos de estos negociantes a veces no se quieren apoyar los unos a los otros y creo que es una cuestión cultural.

Fernández: Tenemos que mimar y crecer el mercado latino y recordarles a nuestros hijos, que muchas veces ya son hispanoamericanos, que ellos también deben regresar a la comunidad y ser dueños de nuestros asuntos. Ellos son los futuros CEO de las compañías norteamericanas.