Eliseo Medina, hijo de un bracero y uno de los sindicalistas más reconocidos del país, inició su lucha por los trabajadores inspirado por César Chávez, a quien conoció en su juventud y cuya influencia marcó su vida.

Proveniente de Zacatecas (México), Medina llegó a Estados Unidos con su familia porque su padre trabajaba en el "Programa Bracero", que autorizaba la permanencia temporal de campesinos.

Cerca de medio siglo después, Medina, que aprendió a hablar inglés "a la fuerza", ha llegado a convertirse en el sindicalista hispano de mayor nivel en el país al ser elegido -por votación unánime en septiembre- como secretario-tesorero del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU), que cuenta con 2,2 millones de miembros.

"Desde antes que yo naciera, mi padre venía a trabajar en los campos de California a través del Programa Bracero", dijo Medina.

"En 1954 mis padres decidieron que ya no queríamos estar separados y planearon traer la familia a este país", y se establecieron en el área de Delano (California), "famosa por sus cultivos de uva de mesa".

Mientras sus padres y sus dos hermanos mayores trabajaban en el campo, Eliseo y sus dos hermanos menores iban a la escuela.

"Los fines de semana mi papá nos llevaba a todos al campo y decía que nos estaba enseñando a trabajar", recuerda el sindicalista que a los 15 años se fue a trabajar al campo para ayudar a su madre, "pues mi papá había regresado a México".

"Trabajaba tiempo completo y me pagaban 90 centavos (de dólar) la hora; luego subimos a 1,05", agregó.

A través de una revista en español, "El Malcriado", Medina supo de la existencia de la Asociación Nacional de Trabajadores Campesinos y del liderazgo "de un señor llamado César Chávez".

El 16 de septiembre de 1965 asistió a una reunión en la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en Delano, donde se declaró la primera huelga de los recolectores de uva.

En esa reunión, "que fue emocionante pues la gente estaba muy decidida y todos 'echando vivas'"-conoció en persona a César Chávez.

"Cuando lo vi quedé algo decepcionado: era muy chaparro (bajito) y prieto (moreno) y hablaba en voz baja", recuerda el sindicalista.

"Pero cuando empezó hablar de los derechos de los trabajadores y de que el hecho de que nosotros vendamos nuestro trabajo no quiere decir que sean ellos sean los dueños de nuestras vidas", sintió "la fuerza embriagadora" de ese mensaje y desde allí comenzó su trabajo sindical al lado del líder campesino.

Medina fue un estratega clave en la huelga de los trabajadores del SEIU Local 1877 de Los Ángeles, que en abril de 2000 lograron el mayor incremento de salarios, en los 15 años de historia de las campañas del sindicato.

Afirmó que actualmente muchas empresas están buscando "cada vez más ganancias", aunque sea a costa de "los trabajadores y de las comunidades donde ellos viven".

Ahora desde su posición en el SEIU, el primer latino que ocupa ese cargo, ayudará a liderar una gran campaña nacional para luchar contra esa tendencia.

"Hoy en día, el número de sindicalizados está alrededor del 12 por ciento y es absolutamente imposible que los trabajadores podamos lidiar con estos problemas cuando sólo ese porcentaje pertenece a un sindicato", por lo que la primera estrategia es hacer una campaña agresiva de sindicalización en el país.

Por otra parte, también se busca crear conciencia de la necesidad de una reforma migratoria y "unir esfuerzos a la hora de las elecciones -no las de noviembre porque están muy cerca pero sí a partir del año entrante- para crear un bloque por el cambio".

Para ello, mañana, sábado, se hará en Washington una gran movilización, "una marcha que es el primer paso de lo que esperamos será una campaña a largo plazo para recuperar los empleos dignos en el país", concluyó.