El presidente de EE.UU., Barack Obama, lanzó  un llamamiento al Senado y a la oposición republicana para que apruebe la ley de financiación de campañas electorales, que obliga a revelar más datos sobre las contribuciones que se reciben.

En una comparecencia ante los medios en la Rosaleda de la Casa Blanca, Obama señaló que el proyecto de ley es una herramienta imprescindible para luchar contra el poder de los grupos de presión.

Si no se aprueba, "los grupos de presión podrán decirles a los legisladores que si no votan de la manera adecuada, recibirán una oleada de anuncios negativos en la próxima campaña".

Uno de los principales aspectos de la propuesta de ley obliga a las organizaciones o empresas que emiten anuncios de carácter político a divulgar qué donaciones reciben.

Los responsables de esas organizaciones también tendrían que aparecer en los anuncios para responsabilizarse de su contenido.

Además, las empresas que hayan obtenido contratos del Gobierno superiores a los diez millones de dólares no podrán financiar anuncios políticos.

La medida es una respuesta directa al dictamen de 5-4 emitido por el Tribunal Supremo en enero pasado que, para efectos prácticos, permitió que tanto las corporaciones como los sindicatos puedan invertir fondos en anuncios propagandísticos y, por ende, influir en el proceso electoral del país.

"Uno pensaría que estas reformas son algo de sentido común, dado que su principal objetivo es asegurarse de que la gente que financia esos anuncios se da a conocer, de modo que los ciudadanos puedan decidir con conocimiento de causa", declaró el presidente estadounidense.

Los demócratas cuentan con 59 votos en el Senado, uno menos de los necesarios para garantizar que el proyecto de ley supere cualquier intento de veto.

Hasta el momento, ningún senador republicano se ha mostrado dispuesto a votar en favor del proyecto de ley.