Los periodistas hispanos sienten el dolor de la industria - Hasta un poco más
Alterados y apasionados, miembros de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ por sus siglas en inglés), atiborraron un salón de reuniones en Denver durante su congreso anual el 24 de junio, exigiendo respuestas a las preocupaciones sobre los males económicos de la asociación y la reducción en su membresía.
Los representantes quisieron calmar sus temores, insistiendo que la asociación no se encuentra precisamente endeudada a pesar de incursionar en los fondos de beca y de reservas para cumplir con sus obligaciones. Los dirigentes reconocieron que si no se recauda $125 mil más para finales de año, NAHJ podría verse enfrentada con deudas.
La asociación está pidiendo que sus miembros hurguen sus propios bolsillos – incluso durante esta recesión en la que muchos han perdido o temen perder sus empleos – para sostener el futuro de NAHJ.
Los miembros bombardearon a los líderes de NAHJ con una serie de preocupaciones y críticas. No les había comunicado adecuadamente sus males económicos se quejaron.
Director ejecutivo de NAHJ, Iván Román, intentó calmar a la multitud tensa.
“Tengo mucha esperanza que lo logremos”, dijo. “Tengan paciencia, por favor”.
Su respuesta es un eco de la preocupación que arrasa toda la profesión periodística, en lo que intenta encarar la doble paliza de una recesión nacional alargada y la transformación de las costumbres de lectura del público en cuanto a las noticias.
Masivos recortes de personal, la situación de los estados contables, y un incremento en la indiferencia del público referente a la acción afirmativa indican que los más golpeados son los hispanos, los negros y los de otros grupos raciales y étnicos.
En general, en un país cuya población no es blanca en un tercio, los blancos aún comprenden el 85 por ciento de los periodistas que trabajan en los diarios. Los hispanos, un 15 por ciento de la población, comprenden menos del cinco por ciento de los periodistas que trabajan en la prensa diaria.
Dirigentes de NAHJ dicen que el futuro de la organización incluyen el compromiso con llegar a la paridad étnica en la industria, con utilizar sus congresos anuales como un importante instrumento para reclutar y capacitar a más latinos, sin continuar fiándose de ellos económicamente.
En años pasados, las ganancias derivadas de los congresos llegaban hasta a $300 mil. Este año estaría bien que NAHJ saliera siquiera con un saldo positivo, después de hacer las cuentas finales. Los auspiciadores de empresas y fundaciones contribuyeron con sólo $400 mil para cubrir costos de programación este año, lo cual es sólo la mitad de los $800 mil recaudados en el 2007 durante el congreso realizado en San José, California.
La participación en el congreso se ha reducido consistentemente desde el 2006, cuando convergieron 1.800 personas en el congreso en Fort Lauderdale, Florida. Este año, sólo aparecieron 700 personas.
Fundada en 1982, la asociación cuenta ahora con 1.340 miembros, menos varios cientos en relación a varios años atrás. El cuarenta por ciento de estos son estudiantes, quienes pagan sólo $35 en cuotas anuales frente a los $75 que pagan los socios regulares, asociados y académicos.
“Voy a ir directamente al punto”, dijo Dino Chiecchi, encargado de finanzas de NAHJ, quien no buscó la reelección durante el congreso. “Estamos en una coyuntura difícil”.
Chiecchi dijo que la asociación tuvo que prestarse y hacer recortes “para sobrevivir”. Se prestó un total de $75 mil del fondo de becas y otros $75 mil de la cuenta de reservas de la asociación tras un déficit de $300 mil registrado en el 2009.
Representantes de NAHJ habían esperado devolver los fondos, pero las finanzas de la asociación prohibieron que esto se realizara.
El personal, ya escueto, tuvo que ausentarse obligatoriamente durante tres semanas este año.
“Estamos fritos”, dijo miembro de la junta directiva de NAHJ, Brandon Benavides, durante una reunión de panel el 21 de junio.
Director ejecutivo Iván Román describió con mayor gentileza el dilema de la asociación, sin restarle urgencia. “Las ganancias de los congresos anuales son las que ayudan a sostener los programas de NAHJ durante el año entero. Si no se perciben ganancias, resulta difícil mantenerse a flote”.
Ricardo Pimentel, quien completara su término de dos años como presidente de NAHJ durante el congreso, mantuvo que la asociación no está endeudada – todavía. Instó a los miembros a contribuir al “Reto de Denver”, una campaña de recaudación de fondos para recaudar $25 mil y recibir el beneficio de una subvención del mismo monto.
“No estamos endeudados. Si no hacemos nada el resto del año, sí que lo estaremos”, afirmó Pimentel, editor de la página editorial del Milwaukee Journal. “Estamos sufriendo como industria. Han sido dos años de pérdidas de empleos y de temores, pero esto lo vamos a sobrevivir”.
(Ernesto López es graduado en periodismo esta primavera de la Point Loma Nazarene University en San Diego, California. Fue redactor del periódico del congreso, Latino Reporter. Comuníquese con él a: mr.lopez@ymail.com)
©2010
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