En nuevo México están profiriendo disparates
La misma semana que Susana Martínez, candidata republicana para ser gobernadora de Nuevo México y fiscal del condado de Doña Ana, hiciera reprender a una empleada, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos impartió un fallo importante en cuando a las armas. Estos dos eventos dispares, distantes el uno del otro, tienen relación.
La fiscal obró tras el reenvío de un correo electrónico desde la fiscalía referente a una “muchacha de Nuevo México” quien disparara a un mexicano y a un árabe. Reportero Bryant Furlow, del New Mexican Independent, solicitó una copia para verificar el contenido del correo electrónico, pero se le dijo que era imposible ya que dicho correo había sido borrado.
No obstante, el correo apareció luego en el sitio web del periódico New Mexican Independent. Y fue – según el estado anímico del lector – hasta más ofensivo que lo aludido anteriormente.
La trama de la misiva tiene a una muchacha de Nuevo México asesinando a un mexicano y a un árabe con una pistola .45. Luego el renglón que dice, “En Nuevo México tenemos a tantos extranjeros ilegales que no tenemos que beber con el mismo dos veces” (lo cual implica que son prescindibles las personas de aquellas etnicidades). Todo esto resulta lo suficientemente perturbador, pero entonces se lee el último renglón, que dice, “DIOS BENDIGA A NUEVO MÉXICO Y A AQUELLA NUEVO MEXICANA EN PARTICULAR”, o sea, la asesina.
¿Dios bendiga a la asesina? ¿Desde la fiscalía? Y lo de “una muchacha de Nuevo México”, ¿se refiere a alguien?
Rick Wellborn, acusador público del condado de Doña Ana y candidato republicano a ser juez distrital, reemplazó a Lisa Kuykendall como tesorera de su campaña al darse la noticia que fue ella quien reenviara el correo electrónico después de recibirlo. Tanto Wellborn como Kuykendall son acusadores públicos empleados de la fiscal Martínez.
Quien presuntamente originó el correo electrónico fue Brandy Toward, a quien la Oficina Administrativa de la Asociación de Fiscales disciplinó, según la Associated Press, después de enviarle a Kuykendall el correo electrónico.
Fiscal distrital y candidata a gobernadora Martínez dijo que las “acciones [de Kuykendall] fueron impropias” pero añadió que “Algunos han decidido que es correcto jugar a la política con este incidente profundamente desafortunado”.
Un vocero de la Liga de Ciudadanos Latino Americanos Unidos dijo que el correo electrónico “sólo atiza las tensiones raciales”. Presidente del partido demócrata del estado dijo que él quería despedir al acusador público responsable.
En lo que Martínez quería minimizar el escándalo del correo electrónico, el partido republicano estatal alertó a la prensa que Martínez carga con una pistola .45 todos los días, sin embargo alegó que la revelación y el correo electrónico son sólo “una coincidencia”.
Un problema con la jactancia disfrazada de chiste, así como el correo electrónico, es la velocidad con la que puede convertirse en baladronada. Una creencia intensa se usa para servir de pretexto para una causa o como justificación para impedir, perjudicar, hasta para asesinar a alguien – y se invoca a Dios cuando el propósito es una venganza demente. Se usa la hipérbole tal como la usan los terroristas. Existe una fantasía con el mundo virtual que coquetea con el punto rebosante al mundo actual.
Por eso es que queremos que los fiscales tengan sentido común, que sepan pedir cuentas de los cómplices y los accesorios y los provocadores por sus acciones y sus intenciones. La confianza en la fiscalía es fundamental, porque son los fiscales los que sustentan los valores de la sociedad, al determinar cuáles de las leyes aplican cuando se comete un mal contra la sociedad.
Durante la misma semana de las revelaciones en Nuevo México, el Tribunal Supremo estadounidense impartió su decisión más reciente referente a los derechos personales y las armas de fuego.
David Ignatius del blog del Washington Post, “Post Partisan”, observó que el juez Roberts, presidente del Tribunal Supremo, y otros entusiastas de la nueva visión del derecho universal a cargar armas, deberían darse un paseo por Beirut o por Bagdad para ver cómo funciona su visión en la práctica.
“Han estado luchando (en el Líbano y en Irak) para establecer el estado de derecho, en el que la policía tiene el monopolio de la fuerza, y las milicias son del pasado”, escribió Ignatius. “Qué raro que estemos moviéndonos en la dirección opuesta”.
También es una locura que fuera un tema de chiste en el condado Doña Ana, en Nuevo México.
[José de la Isla redacta un comentario semanal para Hispanic Link News Service y es autor de The Rise of Hispanic Political Power (2003). Su último libro, auspiciado por la Fundación Ford, se encuentra en versión digital gratuita en www.DayNightLifeDeathHope.com. Comuníquese con él a: joseisla3@yahoo.com].
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