¿Por qué ayudar a la juventud desempleada?
Mientras el alto desempleo cunde en comunidades a través del país, una población grande y creciente de jóvenes tiene tan pocas esperanzas de encontrar empleo que ni siquiera lo está buscando, y por lo tanto no están incluidos en la tasa de desempleo.
Como lo subraya un estudio recién publicado por el Center for Labor Market Studies de Northeastern University, el desempleo de adolescentes está en un nivel bajo histórico. Y los más afectados son los hombres de grupos minoritarios y adolescentes de bajos ingresos. Tras un descenso largo en la última década, la tasa de empleo de adolescentes negros es menos del 14 por ciento, y sólo el 23 por ciento para adolescentes latinos de bajos ingresos. A jóvenes de 20 y 24 años les va un poco mejor, pero es mas probable para ambos grupos estar desempleados o subempleados a comparación de lo que estaban hace sólo dos años.
La historia nos señala una estrategia pasada por alto para evitar las trágicas consecuencias de este fenómeno. En plena Gran Depresión, dos millones de hombres jóvenes recorrían el pais en una infructuosa búsqueda de empleo para mantener a sus familias. El Presidente Franklin Roosevelt reconoció este desastre humano y creó el Civilian Conservation Corps, o CCC, el cual aprovechó esta itinerante fuente de mano de obra para construir monumentos, parques, y sendas perdurables, y emprendió esfuerzos de conservación en gran escala de los cuales los Estados Unidos se beneficia hasta ahora.
Como los hombres jóvenes de la Gran Depresión, los jóvenes desempleados de hoy llegan a los millones y este número sigue creciendo y se conviertene en el principal objetivo de los programas estilo CCC que existen hoy cómo YouthBuild y cuerpos de servicio y conservación, los cuales ofrecen educación para obtener el GED o un diploma, y la oportunidad de desarrollar habilidades de empleo mientras sirven a la comunidad, al igual que abundantes recursos de apoyo para ayudar a la juventud desconectada a alejarse del crimen, drogas, y otros riesgos para así convertirse en ciudadanos productivos.
Pero mientras el CCC de la era de la Depresión captó 3 millones de hombres jóvenes, hoy existen menos de 30.000 posiciones similares en el cuerpo juvenil. El costo de estos puestos—$16.000 a $24.000—está por debajo de muchos esfuerzos del sector privado para la creación de empleo y muy por debajo del costo de no hacer nada.
El CCC creció hasta llegar a 250.000 posiciones en solo cuatro meses. Con los recursos públicos adecuados y construyendo sobre la base de los programas de alta calidad ya operando en todo el país podríamos, como mínimo, doblar la capacidad actual del cuerpo juvenil de jóvenes, YouthBuild, y AmeriCorps, y capacitar a los jóvenes en una amplia gama de empleos de alta necesidad, desde trabajos de construcción verde hasta el cuidado de salud.
El proyecto de ley de empleos aprobado por la Cámara que proporcionó fondos adicionales para posiciones adicionales en AmeriCorps es un buen primer paso, pero frente a la necesidad, el Congreso debe hacer más para ampliar ambos programas drásticamente y crear un nuevo flujo de financiamiento dedicado a cuerpos juveniles de servicio y conservación.
LEAVE A COMMENT:
Join the discussion! Leave a comment.