Es importante tener en cuenta la seguridad de cada paso que usted da como propietario de una vivienda. Por tanto, dedíquele tiempo a evaluar las zonas de preocupación potencial como parte de cualquier plan de renovación:

-Compruebe periódicamente el funcionamiento del calentador de agua, la lavadora de ropa, la lavadora de platos y la heladera de su refrigerador para asegurarse de que no implican peligro alguno, y detectar cualquier filtración de agua.

-Mantenga las fuentes suplementarias de calor como las estufas de leña, los calefactores de queroseno, propano o eléctricos a tres pies de distancia por lo menos de artículos inflamables como cortinas y prendas de vestir.

-No almacene productos inflamables ni otro tipo de objetos cerca de estufas o calentadores de agua.

-Compruebe con cuidado el sistema eléctrico para detectar cortocircuitos o chispas. No coloque cables bajo alfombras o muebles pesados, y no sobrecargue los enchufes eléctricos.

-Mantenga las sustancias químicas de limpieza y los productos para la reparación del hogar como pintura, esencias minerales y herramientas bajo llave o lejos del alcance de los niños.

-No almacene materiales combustibles en el desván o el garaje.

-Use madera seca y tratada en su chimenea, e inspeccione y limpie esta última periódicamente.

-Instale un detector de humo y de monóxido de carbono en cada piso

-Inspeccione los árboles cercanos a la casa y corte las ramas muertas. Si un árbol no le parece seguro, contrate a un servicio de taladores expertos para que lo corte. Seguramente no querrá que le caiga encima durante una tormenta intensa.

-Asegúrese que todos los escalones dentro y fuera de la vivienda estén nivelados e intactos. Instale la iluminación óptima en las vías de entrada para incrementar la seguridad.