El uso de WhatsApp en el trabajo se ha convertido en una fuente de ansiedad para muchas personas, especialmente debido a la presión de estar constantemente conectados y disponibles. Según estudios, el uso excesivo de WhatsApp para comunicaciones laborales interrumpe el equilibrio entre la vida personal y profesional, lo que genera estrés, ansiedad, y una disminución en la productividad.

Uno de los principales factores es la cantidad de notificaciones que los empleados reciben durante y fuera del horario laboral. La necesidad de responder de manera inmediata a mensajes puede llevar a una sobrecarga mental y física, lo que a menudo se traduce en una dependencia digital que afecta tanto el desempeño laboral como las relaciones interpersonales. Además, los grupos de WhatsApp pueden ser una fuente de presión, ya que obligan a los usuarios a estar al tanto de conversaciones innecesarias o de poca relevancia para su trabajo.

Para mitigar estos efectos, los expertos recomiendan establecer límites claros en el uso de WhatsApp durante el trabajo, desactivar notificaciones fuera del horario laboral y optar por tiempos específicos para revisar mensajes. Implementar un "detox digital" o realizar pausas de uso de redes sociales también puede ayudar a reducir la ansiedad y restaurar el equilibrio entre lo digital y lo real​.

En conclusión, aunque WhatsApp puede ser útil para la comunicación laboral, su uso excesivo y sin control puede provocar estrés y ansiedad, afectando la salud mental de los usuarios.