Subido en el Papamóvil y ante una multitud que no paró de corear consignas como "Viva el papa Francisco" o "Se ve, se siente, el papa está presente". Así fue la llegada del Sumo Pontífice a una de las citas más destacadas de su visita a Filadelfia: el encuentro con familias inmigrantes en el Independence Mall.

Total ovation as #PopeInPhilly arrived at #IndependenceHall pic.twitter.com/BCnkJcOrQz

— AL DÍA News (@ALDIANews) September 26, 2015

A su llegada una familia mexicana residente en Pensilvania fue la encargada de recibirle y hacerle entrega para su bendición de la "Cruz de los Encuentros", que simboliza el camino de fe de los hispanos y latinos católicos en Estados Unidos.

"Le esperamos en México", le dijo uno de los miembros de la familia López Foubert.

Entre los invitados se encontraban el gobernador de Pensilvania, Tom Wolf; el alcalde de Filadelfia, Michael Nutter; el presidente del Concejo de Filadelfia, Darrell Clarke; el presidente del Encuentro de las familias-Filadelfia 2015, Robert J. Ciaruffoli, así como la directora ejecutiva de esa misma organización Donna Crilley Farrell.

Tras un breve discurso por parte del arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput, siguió el turno del papa Francisco.

Allí, ante cientos de latinos y sobre el pedestal en el que un día Abraham Lincoln pronunció su ya famoso discurso de Gettysburg, el papa Francisco se dirigió a los congregados, y lo hizo en su lengua y la de los protagonistas, de sus palabras, el español.

"Uno de los momentos más destacados de mi visita es la presencia aquí, en el Independence Mall, el lugar de nacimiento de los Estado Unidos de América", comenzó su discurso el papa, quien celebró en Filadelfia la aportación que hacen los inmigrantes a Estados Unidos y aseguró que "ayudarán a renovar" la sociedad de ese país, "no se avergüencen nunca de sus tradiciones".

Su discurso se dio frente a miles de personas que le vitoreaban en las calles de Filadelfia, muchos de ellos parte de la "gran población hispana de América".

"Muchos de ustedes han emigrado a este país con un gran costo personal, pero con la esperanza de construir una nueva vida. No se desanimen por los retos y dificultades que tengan que afrontar", afirmó el papa.

El papa también recordó a la audiencia que "están llamados a ser ciudadanos responsables y a contribuir provechosamente a la vida de las comunidades en que viven", y apeló a la "vibrante fe" que muchos de ellos poseen, "en el profundo sentido de la vida familiar y los demás valores que han heredado".

"Al contribuir con sus dones, no solo encontrarán su lugar aquí, sino que ayudarán a renovar la sociedad desde dentro", aseguró el papa. "Ustedes son su voz, y muchos de ustedes han hecho que su grito se escuche. Con este testimonio, que frecuentemente encuentra una fuerte resistencia, recuerdan a la democracia americana los ideales que la fundaron, y que la sociedad se debilita siempre que -y allí donde- la injusticia prevalece", proclamó el papa.

El papa ofreció su respaldo en el mismo lugar en el que se proclamaron por primera vez las libertades que definen a Estados Unidos; les recordó que "la Declaración de Independencia proclamó que todos los hombres y mujeres fueron creados iguales"

También celebró a "las grandes luchas que llevaron a la abolición de la esclavitud, la extensión del derecho de voto, el crecimiento del movimiento obrero y el esfuerzo gradual para eliminar todo tipo de racismo y de prejuicios contra la llegada sucesiva de nuevos americanos".

"Cuando un país está determinado a permanecer fiel a sus principios fundacionales, basados en el respeto a la dignidad humana, se fortalece y renueva", declaró.

El tema de la libertad religiosa ocupó gran parte de sus declaraciones. El papa resaltó que las distintas tradiciones religiosas sirven a la sociedad sobre todo por el mensaje que proclaman. “Recuerdan la dimensión trascendente de la existencia humana y de nuestra libertad irreductible frente a la pretensión de todo poder absoluto”, agregó.

“En un mundo en el que diversas formas de tiranía moderna tratan de suprimir la libertad religiosa, o de reducirla a una subcultura sin derecho a voz y voto en la plaza pública, o de utilizar la religión como pretexto para el odio y la brutalidad”, afirmó el pontífice. “Es necesario que los fieles de las diversas religiones unan sus voces para clamar por la paz, la tolerancia y el respeto a la dignidad y derechos de los demás”.

El papa arribó a Filadelfia este sábado por la mañana, en la que será la última etapa de su viaje por Estados Unidos, y de donde partirá el domingo de regreso a Roma.