LIVE STREAMING
Toledo 'el cholo' hace campaña a paso de triunfador

Toledo 'el cholo' hace campaña a paso de triunfador

MORE IN THIS SECTION

House Approves TikTok Bill

the Latino Parents’ Concerns

Cargos por ser demostrados

Temporary Protected Status

The Economy is Stuck

A Great Win For Small Biz

Good Bye To A Problem Solver

Resources to Fight Addiction

SHARE THIS CONTENT:

Ni siquiera necesita mencionar en los mítines
a sus contrincantes para las elecciones del 10 de abril: el ex
presidente Alejandro Toledo afianza su ventaja en todas las encuestas de
intención de voto y sólo parece inquietarle que el presidente Alan
García se inmiscuya en la campaña contra él.

Alejandro Toledo,
"el cholo" como él mismo se llama sin rubor, mantiene a sus 64 años un
ritmo endiablado de 3 y hasta 4 mítines diarios para convencer a los
peruanos de que vuelvan a reelegirle y llevar así a cabo las reformas
sociales que según él quedaron pendientes en su primer gobierno
(2001-2006).

El último viaje de Toledo lo ha llevado a la
selva norte del país, donde, como todo buen político en campaña, ha
prometido encargarse de todo lo que preocupa en esa región: construirá
carreteras para sacarlos del aislamiento, hospitales, sistemas de agua y
desagüe, estadios deportivos y hasta líneas férreas.

A tantas
promesas se unen otras de alcance nacional, como duplicar el sueldo de
los maestros y crear 100 institutos tecnológicos superiores, cuestiones
que sus rivales tildan de demagógicas por carecer de un plan responsable
de financiación.

Pero Toledo considera que los recursos
necesarios para sus planes se lograrán subiendo la recaudación fiscal
del 15% actual al 19%, creando un impuesto a las "sobreganancias
mineras" (sin que ello signifique cambiar los contratos) y haciendo que
la Sunat, el organismo recaudador, cobre su abultada deuda de 14.000
millones de soles (5.000 millones de dólares).

En Iquitos,
Yurimaguas, Moyobamba o Tarapoto, Toledo se ha paseado triunfante,
escoltado por nubes de mototaxis, el omnipresente transporte de las
ciudades amazónicas. Tocado con penachos de plumas, coronas indígenas o
sombreros de paja, estrechando manos, repartiendo besos, saltando de
avión en coche y de coche en camión, el ex presidente no da muestras de
fatiga.

"Duermo cinco horas de media y apenas como. Creo que
me alimenta la adrenalina", bromea, y desmiente que tenga ningún apego
al poder que ya ejerció durante cinco años: "Triunfé en lo local para
pasar a lo global, y ahora regreso a lo local. Yo pierdo plata
regresando a hacer política a mi país", pero volvió, dice, para
completar la agenda social que quedó pendiente en un país donde un 34%
de la población sigue bajo el umbral de la pobreza.

Si algo
sabe explotar Toledo son sus orígenes pobres: con 16 hermanos, tuvo que
financiar sus estudios con trabajos de limpiabotas y camarero de
restaurante: "Yo escapé de las garras de la pobreza gracias a la
educación", repite en sus mítines donde abundan limpiabotas, camareros y
maestros mal pagados.

Perfecto símbolo de peruano triunfador
-terminó con un doctorado en Economía en la universidad estadounidense
de Stanford-, Alejandro Toledo no ha perdido ni las maneras ni el
espíritu del hombre de la calle: sabe dirigirse a su pueblo en su mismo
lenguaje, soltar un "carajo" si así se requiere o bailar una popular
cumbia ante el auditorio. Su dominio escénico y de la teatralidad es
innegable.

Frente a la imagen de distancia o hasta frialdad
que despiertan sus inmediatos rivales, el ex alcalde de Lima, Luis
Castañeda, o Keiko Fujimori, hija del ex presidente preso, Toledo
explota sin rubor y con visible éxito la broma, el roce y el contacto
físico con cualquier interlocutor, sea un votante o un periodista.

Tal vez porque se siente seguro de su victoria (tiene 8 puntos más
que sus perseguidores), no menciona a sus rivales en sus mítines, y ello
pese a que sospecha que el Presidente Alan García, al que quedan cuatro
meses de mandato, los favorece contra él.

La relación entre
Toledo y García ha sufrido sus altibajos, pero en estos momentos se
encuentra en un bajo: Toledo sostiene que García le tiene "miedo" por
una supuesta voluntad suya (que niega) de perseguirle tras su salida, y
por ello se está "inmiscuyendo" en la campaña electoral.

Pero
salvo este detalle, pocas cosas parecen poner nervioso a Toledo. También
aquellos detalles que lastraron su primer mandato, como su imagen de
frívolo y "parrandero" o las estridencias de su esposa, la belga Eliane
Karpp, parecen haber sido controladas o neutralizadas diez años después,
con una imagen de político serio y apegado a un programa.

Al
"cholo" Toledo le gusta en jazz, el reggae y la música andina. Toca
charango y juega al fútbol con sus escoltas para relajarse de una
extenuante campaña electoral de 90 días. Que seguramente se prolongará
otros dos meses si, como todo indica, se necesita una segunda vuelta que
se celebrará el 5 de junio. 

  • LEAVE A COMMENT:

  • Join the discussion! Leave a comment.

  • or
  • REGISTER
  • to comment.
  • LEAVE A COMMENT:

  • Join the discussion! Leave a comment.

  • or
  • REGISTER
  • to comment.