Personal de la Fiscalía mexicana y del gobierno de Puebla iniciaron una
investigación sobre la explosión de un ducto de Pemex que la madrugada
de ayer dejó al menos 28 muertos y decenas de heridos, en San Martín
Texmelucan, que según los primeros indicios se produjo por el robo de
combustible.

La Procuraduría General de la República (PGR,
Fiscalía) anunció que se indagan "los delitos de robo de hidrocarburo,
daño en propiedad ajena y contra el (medio) ambiente" por acciones
contra el oleoducto de 30 pulgadas que recorría Nuevo Teapa-Venta del
Carpio, en el estado de Puebla, indicó la dependencia.

Su
portavoz, Ricardo Nájera, detalló en declaraciones a la emisora W Radio
que a la zona se han desplazado peritos "en explosiones, en topografía,
en medio ambiente, que están trabajando desde ayer en ese lugar", y
señaló que los indicios apuntan al robo del hidrocarburo.

Las
autoridades informaron que hasta el momento hay 28 muertos, 13 de ellos
menores y 15 adultos, más de medio centenar de heridos, 5 de ellos
graves, así como 5.000 evacuados, de los cuales 145 permanecen en
albergues.

Además, hay 32 viviendas totalmente destruidas y 82 con daños parciales por la explosión.

En la zona, que presenta una franja calcinada de unos dos kilómetros,
quedó desplegado el Ejército mexicano, así como policías federales y
estatales que tratan de prevenir actos de rapiña.

Aunque la
causa más probable del suceso sea el hurto de combustible, el director
general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Juan José Suárez Coppel, explicó
que se investigan también otras posibilidades como un posible "problema
mecánico" del ducto, al que se había dado mantenimiento en 2008.

"No sabemos a ciencia cierta la causa última de la fuga", aclaró el
alto funcionario, quien, sin embargo, sí señaló que cerca de su origen
"había una zanja que no es nuestra (de Pemex)".

"Ese es el
principal punto que nos lleva a pensar que hay un conato ahí de robo",
añadió Suárez Coppel, quien recordó que Pemex "ha sufrido más de 580
robos de combustible este año en diferentes ductos".

Por su
parte, la coordinadora general de Protección Civil mexicana, Laura
Gurza, lamentó que diversas personas se dedicaran a robar las
pertenencias de los damnificados que fueron evacuados, 5.000 en total de
los cuales 210 han llegado a albergues.

"Todavía no se
apagaba el fuego y ya estaban robando", explicó a la emisora W Radio, lo
que hizo que el personal militar desplegado con ayuda de varias
corporaciones policiales montara una "guardia permanente" para
"garantizar y darle tranquilidad mayor a todas estas personas"
evacuadas.

Por otro lado, fuentes de la Secretaria de Gobierno
de Puebla explicaron a Efe que el titular de la dependencia, Valentín
Meneses Rojas, recorrió la zona del siniestro esta mañana en compañía de
la primera dama de México, Margarita Zavala, y del secretario de
Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra.

El ministro anunció la puesta en marcha inmediata de un programa de empleo temporal.

De otro lado, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) arremetió
contra Pemex "por su irresponsabilidad" a la hora de atender el combate a
las tomas clandestinas en su red de ductos.

"Pemex detectó
550 tomas clandestinas en el año y aunado a la ausencia de prevención y
el mal estado de las instalaciones, también afectó al medio ambiente con
dicha explosión y se deben resarcir los daños provocados por el fuego,
que se extendió hasta por tres kilómetros", dijo Jesús Sesma Suárez,
portavoz del grupo.

Hasta el momento Pemex ha informado que va
a usar todos los recursos a su alcance para apoyar a las víctimas
"independientemente de cuándo, de quiénes sean los culpables o cuándo se
cubran los seguros", declaró Suárez Coppel.

Mientras, los
funerales de 10 de las 28 víctimas de la explosión se realizaron hoy en
la mañana en medio de muestras de dolor.

La iglesia de San Martín Caballero acogió el sepelio de cuatro menores y seis adultos.