Después de tantos años juntos la banda mexicana Panteón Rococó se decidió a romper con la rutina y sacar un disco por pura diversión. El trayecto creativo dio como resultado un álbum mitad auto tributo y mitad covers, además de colaboraciones con bandas mexicanas como Kinky, JotDog, DLD y el interprete regio Pato Machete.

"Era un proyecto para innovar de alguna forma todo lo que usualmente no se hace en la industria de la música, de ahí salió el nombre de la producción 'Ni carne ni pescado'. Es una frase alemana que nuestro manager nos sugirió cuando le contamos de qué se iba a tratar este nuevo disco, que significa que no está definido de alguna forma, que no es una cosa ni la otra", dijo  Darío Espinosa, bajista de la banda en entrevista telefónica desde la Ciudad de México.

Con casi 18 años de trayectoria y nueve producciones en el mercado,  Espinosa y Missael Oseguera, saxofonista de Panteón, hablaron con AL DÍA sobre la nueva etapa que vive la agrupación y qué es lo que se ha mantenido  dentro de la banda.

 Según contaron los músicos, Panteón disfruta de un punto en su carrera en el que tienen la libertad creativa de hacer lo que les de la gana, y al mismo tiempo disfrutar de la madurez que ha florecido en sus letras y música.

"Las colaboraciones en este último disco no fueron tan difíciles, es conforme se acerca la fecha en la que tienes que sacar la producción que se complica el proceso. Esa es la parte de la 'chamba' de este disco y lo que lo vuelve único. De hecho queríamos hacer todavía más colaboraciones que no se dieron por falta de tiempo", dijo Oseguera.

'Ni carne ni pescado' incluye covers como 'Déjala tranquila' de Ritmo Peligroso, 'A.K.A. Gangsters' de The Specials y 'Renace en la montaña' de Tijuana No. 

Aunque el disco presenta nuevos ingrendientes en su música, también mantiene el identificable sonido 'rococó' que ha caracterizado a la legendaria agrupación.

"Nuestro mensaje se mantiene siempre pensando en una tolerancia ideológica, musical y con todos los valores con los que empezamos. Evolución también ha habido, sobretodo musical. Hemos aprendido muchas cosas y ahora que la gran mayoría somos padres de familia eso también se refleja en la madurez de nuestras letras", comentó Espinosa.  

Asistir a un concierto de Panteón Rococó no solo promete el envolvente ritmo que combina su Ska y el rock ,  también es enfrentarse al sonido de la critica social  y de aquellas crudas realidades que han enmarcado la situación en México durante las dos últimas décadas. 

En el pasado la banda ya le ha cantado al Distrito Federal, a la matanza en Tlatelolco, a los asesinatos en Chiapas y al subcomandante Marcos (líder del movimiento 'Zapatista').  Ahora con una nueva generación de seguidores y muy poco cambio en el panorama, la banda cree que sus mensajes se mantienen vigentes.

"Tenemos muy en claro que el cambio no va venir con ningún presidente que quede electo. Fuera de las malas bromas que nos deja la política, los mexicanos tenemos que ver cómo podemos mejorar la comunidad nosotros mismos. No quitar el dedo del renglón y vigilar lo que hace la gente del poder, porque al fin de cuentas viven de nuestro dinero", dijo Oseguera.

Desde su inicio en 1995 Panteón Rococó ha traspasado la frontera mexicana para conquistar escenarios lejanos a la capital azteca y de paso protagonizar festivales como Summerjam y Fusion Fest en Alemania; Paleo y Greenfield en Suiza; Rock al Parque en Colombia; Woodstock en Polonia; Fontaine Fest en Letonia.

"En Europa están muy ávidos de la música latina, les gusta mucho la cultura, la música, la gente y hay una apertura muy grande para los grupos que venimos de Latinoamérica. Yo creo que esto lo agradecemos mucho, se refleja mucho en los escenarios llevar algo diferente a lo que normalmente se puede ver", dijo Espinosa, "Le da esa tolerancia, esa inclusión que muchas veces necesita la música y que en Europa la reciben muy bien".

En cuanto a si el ska ya pasó de moda, ambos estuvieron de acuerdo en que eso nunca ha sido un factor en su carrera, y probablemente habrá mucho Panteón para rato.

"Aunque siempre se decía que el ska era una moda para nosotros nunca fue tan claro que solamente fuera una tendencia. Nos gustaba estar conscientes de que era parte de un movimiento mundial. Me da mucho gusto que hay mucha banda inclusive ahora", concluyó Oseguera.

"Nosotros somos una mezcolanza que hasta la fecha es difícil de clasificar y por eso preferimos llamarle el sonido 'rococó'. Creo que bandas como nosotros convocan mucha gente y sobretodo a una fiesta comunal, y creo que esto te da pauta para seguir luchando dentro de tu género", concluyó Espinosa.

'Ni carne ni pescado' salió a la venta en 2012 y por el momento la agrupación planea su regreso a Estados Unidos con una nueva gira. Aunque nunca se ha presentado en Filadelfia, espera que pronto programen una visita a la 'Ciudad del Amor Fraternal'.