Un grupo de militares veteranas de EEUU
solicitó que el Pentágono incluya una "tercera parte" en las
investigaciones de abusos sexuales en el Ejército por la falta de rigor e
interés mostrado por los comandantes de unidades.

La
directora del Red de Acción de Mujeres en Servicio (SWAN), Anuradha
Bhagwati, dijo que al presentar la demanda que las cifras oficiales
mostraban que menos de uno de cada cinco miembros del Ejército acusados
de asalto y abuso sexual "pasan a los tribunales".

La demanda,
presentada por un grupo de doce mujeres y dos hombres, afirmó que la
mayoría de los acusados por delitos sexuales durante su estadía en la
institución armada evitan condena alguna.

Las acusaciones van desde el abuso del lenguaje verbal obsceno a la violación en grupo.

El secretario de Prensa del Pentágono, Geoff Morrell, reconoció en un
comunicado que "tenemos mucho trabajo que hacer para asegurar que todos
los miembros del Ejército están a salvo del abuso" e indicó que "ahora
es una prioridad".

Los demandantes critican que el peso de la
investigación lo llevan los comandantes de las unidades que en muchos de
los casos no realizan un correcto proceso de investigación, por lo que
exigen una reforma en los protocolos de investigación que incluya a
"terceras partes".

En 2009, según datos de la SWAN, se
registraron más de 3.000 denuncias de miembros de las Fuerzas Armadas
estadounidenses por abuso sexual, y el propio Departamento de Defensa
reconoce que el 80 por ciento no reporta estos delitos por lo que,
asegura, la cifra es mucho mayor.

"Los abusos sexuales son una
plaga en dentro del Ejército de EEUU, donde prevalece un clima hostil
de amenazas y abusos", subrayó en su demanda la asociación encabezada
por Bhagwati.

La petición ante el Congreso exige
"responsabilidad" al Ejército de EEUU y que se desarrolle e implemente
inmediatamente un plan para eliminar estos comportamientos que drenan la
moral de las tropas y destruyen vidas".

El Pentágono planea
abrir una nueva línea de denuncias telefónicas por abusos sexual en
abril, afirmó Cynthia Smith, una portavoz del Departamento de Defensa.

En 2005 se creó un oficina donde las víctimas pueden formalizar un
reporte "confidencial" para recibir atención médico sin que sea abierta
una investigación oficial.