El nuevo entierro de los restos del
presidente chileno Salvador Allende se celebrará en privado, en un fecha
sin revelar, por respeto a las víctimas del accidente aéreo ocurrido en
el país el viernes pasado, según anunció este jueves su familia.

La
decisión se adoptó atendiendo "al dolor que afecta al país por la
tragedia acontecida en el archipiélago Juan Fernández y en aras de
respetar el sufrimiento de los familiares de las víctimas", señaló la
familia Allende en una declaración pública.

Estaba previsto
que los restos de Allende, que permanecen desde el pasado 27 de mayo en
el Servicio Médico Legal (SML), de Santiago, fueran inhumados durante un
acto público el pasado domingo, 4 de septiembre, en coincidencia con el
41 aniversario de su elección como presidente de Chile.

La
familia Allende ya anunció el pasado sábado que suspendía temporalmente
el acto en el que iban a participar, entre otros, Maya Fernández, nieta
del mandatario socialista, y el médico Óscar Soto, que fue su amigo
personal, y hoy confirmó su cancelación definitiva.

En su
declaración, la familia recuerda que en el mismo SML son sometidos a
pericias, para ser identificados, los restos encontrados en Juan
Fernández, tras la caída de un avión militar con 21 personas a bordo,
todas las cuales fallecieron.

El cuerpo de Allende fue
exhumado en el marco de una investigación que dirige el juez Mario
Carroza, con el objetivo de determinar judicialmente las causas de su
muerte.

Los exámenes, en los que participó un equipo
internacional de expertos, corroboraron la versión de que Salvador
Allende se quitó la vida mediante un disparo en la barbilla el 11 de
septiembre de 1973, en La Moneda, durante el golpe que encabezó Augusto
Pinochet.

La familia Allende recordó que el funeral oficial
del presidente socialista tuvo lugar el 4 de septiembre de 1990, con
honores de Estado, "después de estar enterrado anónimamente 17 años por
la dictadura".

"En aquella oportunidad nos acompañaron cientos
de miles de personas que quisieron rendirle homenaje", señaló la
declaración de la familia Allende.

"Agradecemos profunda y
sinceramente a todas aquellas personas que deseaban acompañarnos en una
sobria ceremonia y esperamos que compartan con nosotros el sentimiento
de hondo respeto por los familiares y el dolor nacional ante la tragedia
ocurrida en Juan Fernández", indica el texto.

La
investigación sobre la muerte de Allende se enmarcó en un total de 716
eventuales casos de violaciones a los derechos humanos ocurridos durante
la dictadura de Pinochet (1973-1990) que no habían sido investigados
antes por la Justicia.