Diecinueve personas murieron el martes y veintidós resultaron heridas, ocho de ellas de extrema gravedad, en un accidente de tráfico protagonizado por un autobús y un camión cerca de Santiago de Chile, informaron fuentes oficiales.

La víctima número 19 fue Manuel Seguel Chavarrçia, de 50 años, quien
falleció mientras era atendido en el hospital Barros Luco, de Santiago,
dijeron fuentes médicas.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich,
informó que ocho de los heridos se encuentran en un estado
"hipercrítico" y "es difícil que sobrevivan", por lo que la cifra de
muertos puede aumentar en las próximas horas.

El presidente
Sebastián Piñera visitó el Hospital de Urgencias de Santiago, al que
fueron trasladados algunos de los heridos más graves y aseguró que habrá
una investigación "a fondo" de las causas del accidente, ocurrido en el kilómetro 47 de la "Autopista del Sol", que une a la capital de Chile con el litoral central.

Piñera también anunció que la fiscalización en el transporte de
pasajeros "se va a duplicar" en 2011. "Nuestro Gobierno tiene un
compromiso con la vida", aseveró.

El subsecretario del
Interior, Rodrigo Ubilla, confirmó que entre las víctimas mortales están
el conductor del camión, Juan Ortega Vilches, de 61 años; el chofer del
autobús, José Luis Abarca, de 38 años, y su auxiliar, Isaac Gatica, de
21 años.

Debido a la fuerza del impacto, varias personas
salieron disparadas del autobús y sus cuerpos quedaron tendidos en
terrenos aledaños a la carretera.

El choque ocurrió a las 7.45
horas (10.45 GMT) de hoy, cuando un autobús de la empresa Turbus, que
viajaba entre la localidad costera de Llolleo y la capital, impactó
contra un camión, y no contra dos, como se informó inicialmente, por
motivos que aún se desconocen.

El autobús atravesó la mediana
de la ruta, que está flanqueada por barreras de protección y con árboles
plantados, y chocó contra un camión cargado de huevos que circulaba en
sentido contrario.

Hasta el lugar se desplazaron personal de
Bomberos y equipos médicos, así como helicópteros policiales para
trasladar a los heridos más graves a distintos centros hospitalarios.

Tres de ellos se encuentran en el Hospital de Urgencias (Posta
Central) de Santiago, mientras otros son atendidos en otros nosocomios
de la capital y de la localidad de Talagante, a 40 kilómetros de la
capital.

En ese hospital fueron ingresados dos heridos graves,
entre ellos una niña de seis años y varios leves, dijeron las
autoridades.

A raíz del accidente
el tráfico entre la localidad costera de San Antonio y la capital ha
estado interrumpido en ambas direcciones, lo que ha generado una gran
congestión de vehículos.

Según informó el gerente corporativo
de Turbus, Rodrigo Albarrán, el autobús salió de Llolleo con
veinticuatro personas a bordo y a lo largo del camino recogió a otros
pasajeros, por lo que la empresa desconoce cuántos iban en el vehículo
en el momento del accidente.

Como posibles causas del choque se barajan un fallo técnico o que el chofer se quedó dormido.

Rodrigo Albarrán descartó esta posibilidad ya que, según aseguró, en el lugar del accidente hay marcas de frenos, aunque algunos testigos aseguraron que esas señales no corresponden al autobús.

Además, el gerente de comunicaciones de Turbus, Patricio Bellolio,
afirmó que tanto el chofer como el auxiliar habían cumplido con sus
horarios de descanso.

El Gobierno, a través de su portavoz, Ena Von Baer, expresó su "profundo dolor" por este accidente y se comprometió a "prestar a las familias toda la ayuda que sea necesaria".