El gobernador de Massachusetts, Deval
Patrick, anunció que ha suspendido la participación de su estado de
"Comunidades Seguras", lo que allana un enfrentamiento con el Gobierno
federal sobre el controvertido programa policial.

"Afrontamos
un riesgo serio de discriminación étnica y la fractura de relaciones
increíblemente importantes en comunidades que son importantes" para la
policía, explicó Patrick, en un claro giro de su apoyo al programa en
diciembre pasado.

Patrick aseguró que tomó la decisión tras
realizar audiencias públicas y consultas con activistas de la comunidad
inmigrante, jefes de policía y alcaldes del estado, quienes expresaron
la queja común de que "Comunidades Seguras" merma la cooperación de los
inmigrantes con la policía para la investigación de crímenes.

Además, "no creo que la Administración Obama está satisfecha de que la
aplicación de este programa ha sido eficaz", observó Patrick.

El gobernador se refería al programa federal, vigente ahora en 42
estados, que permite que la policía local refiera a los indocumentados
que han cometido delitos a las autoridades federales para su pronta
deportación.

Desde su inicio oficial en octubre de 2008 hasta
el pasado 30 de abril, las autoridades han recurrido al programa para
deportar a más de 77.000 criminales, según la Oficina de Inmigración y
Aduanas (ICE). Menos de la mitad fueron condenados por delitos graves.

Aunque por ahora la participación en el programa es voluntaria, las
autoridades federales la harán obligatoria a nivel nacional para el año
2013.

Patrick expresó preocupación sobre la posible
persecución y deportación de indocumentados que no han cometido delitos,
en vez de lograr el objetivo del programa de mejorar la seguridad
ciudadana mediante la expulsión de criminales peligrosos.

La
decisión de Patrick fue elogiada por diversos grupos defensores de los
inmigrantes, que aseguran que es un paso positivo hacia el
reconocimiento de las contribuciones de los inmigrantes,
independientemente de su estatus legal.

De esta forma,
Massachusetts siguió los pasos de un creciente número de estados y
localidades que han decidido salirse del programa federal.

La
semana pasada, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, suspendió la
participación en el programa, al igual que lo hizo el de Illinois, Patt
Quinn, el mes pasado.

Las jurisdicciones policiales de Santa
Clara (California), el condado de Arlington en Virginia, el condado Cook
en Illinois, Providence (Rhode Island), entre otras, también han optado
por sustraerse del programa, argumentando que éste debilita las
relaciones entre la policía local y las comunidades inmigrantes.

De hecho, la legislatura estatal de California sopesa una medida que
revocaría la participación de todo el estado en el programa.