El nuevo presidente de la Federación Latinoamericana de Bancos
(Felaban), el peruano Oscar Rivera, afirmó  que su mayor
preocupación al asumir el cargo es la "guerra de divisas" desatada a
nivel mundial y su impacto en el desarrollo de la región.

"Mi
presidencia es un halago para Perú y un reconocimiento a lo que
significa Perú en este momento en Latinoamérica", por ser uno de los
punteros en materia de crecimiento del Producto Interior Bruto, afirmó
Rivera en una entrevista en Punta del Este, donde se celebra la 44
Asamblea anual de la Felaban.

Rivera, que sustituye en el
cargo al brasileño Ricardo Marino, preside en la actualidad la
Asociación de Bancos del Perú (Asbanc) y es el titular del banco líder
en microcréditos en su país, Mibanco.

Mibanco inició sus
operaciones en Lima en 1998 y forma parte de la organización Acción
Comunitaria del Perú (ACP), una asociación civil sin fines de lucro y
con 34 años de experiencia, que tiene 17 empresas en 8 países de América
Latina.

Para Rivera, su nombramiento al frente de Felaban
"significa también cómo ve la banca tradicional los nuevos retos de la
segmentación" en el sector y el peso innegable de las pequeñas y
medianas empresas en la economía regional.

El ejecutivo, que
hasta ahora ejercía de vicepresidente de Felaban, recordó que la
institución ha llevado a cabo en los últimos dos años "un programa para
ver justamente el interés de la microempresa", un sector con gran fuerza
en los países andinos pero también en otros como Brasil.

"Hay mucha gente que está en el mercado informal y esta es la única forma de llevar el Producto (PIB) arriba", indicó.

Actualmente Mibanco es el primer banco privado comercial
especializado en microfinanzas de Perú y el quinto entre todos los
bancos del país.

Tiene cerca 570.000 clientes en la nación
andina, cuyo producto interior bruto depende en un 40 por ciento de las
pequeñas y microempresas, que representan más del 90 del universo
empresarial y además emplean a cerca del 70 por ciento de la población
activa.

Rivera admite que su presidencia de Felaban llega en
un buen momento para la banca latinoamericana, que "a dios gracias, y no
solamente a dios, sino gracias también al trabajo de los bancos y a los
supervisores, es una banca sólida".

"Si en Estados Unidos
hubieran tenido a cualquiera de las entidades que nos han regulado en
Latinoamérica, otro gallo hubiera cantado", señaló sobre la buena
relación existente entre los bancos y los entes reguladores de la
región.

Gracias a esa sintonía el sector está en condiciones
de cumplir con las condiciones de Basilea III, una reforma bancaria que
impone normas financieras más estrictas para blindar a los bancos ante
futuras crisis y que será aprobada esta semana en Seúl por el G-20.

Rivera recordó que la más afectada por la crisis fue la banca
financiera, sobre las que no hubo regulación, especialmente en Estados
Unidos, y que en América Latina tiene poca presencia.

"Antes
de los problemas los creaba el sur, el norte tenía que sacarnos de todos
los problemas, y ahora está pasando todo lo contrario", manifestó.

Otro ejemplo del éxito del sector en Latinoamérica es que "sucursales
de bancos europeos han sido un poco el sustento de sus economías en
Europa", como es el caso de los españoles Santander y BBVA, enfatizó.

Pese al optimismo reinante en los pasillos del hotel que acoge la 44
Asamblea de Felaban, Rivera aclaró que tampoco es momento de "vivir de
espaldas a la realidad".

"Hay pobreza pero la pobreza no se
soluciona dando ayuda económica" sin pedir nada a cambio, "tiene que
hacerse con apoyo a la gente emprendedora", anotó en defensa del
microcrédito.

A nivel internacional, la "guerra de las
divisas" es ahora su principal inquietud, porque en América Latina "las
monedas se están apreciando" frente al dólar y eso afecta a las
exportaciones.

"Si trae problemas a la exportación puede
llegar el proteccionismo a algunos países", advirtió Rivera, que se
mostró esperanzado en que el asunto sea reglamentado en la cumbre del
G20, donde será uno de los temas estrella.