Los partidos políticos locales discreparon este miércoles sobre las recomendaciones del Grupo de Trabajo de la Casa Blanca
acerca del estatus político de Puerto Rico, que aconseja un plebiscito
que mantiene la opción colonial.

Las tres formaciones del
espectro político puertorriqueño interpretaron de forma muy diferente
las conclusiones del Grupo de Trabajo, que aboga por una consulta que
contemple mantener el estatus actual, la independencia, la anexión y la
libre asociación o "Commonwealth".

Los políticos de la isla
apenas dieron importancia a los otros puntos del informe, que aborda
temas de corte económico como la mejora en la administración de fondos
federales, la salud, la ayuda al país en la lucha contra la criminalidad
o las infraestructuras, entre otros asuntos.

El Grupo de
Trabajo hizo público hoy un informe que empezó en marzo de 2010, cuando
un equipo de funcionarios llegó a la isla desde Washington para conocer
de primera mano la posición de los tres partidos locales sobre el
estatus.

La conclusión del informe destaca que la actual
fórmula de Estado libre Asociado, que reconoce es de naturaleza
colonial, tiene que ser una opción para el pueblo de Puerto Rico en caso
de plebiscito.

La anexión a los Estados Unidos -opción
conocida en Puerto Rico como "estadidad"-, según el informe, afectaría a
la composición del Congreso norteamericano, ya que el nuevo estado
tendría derecho a dos senadores.

El informe sugiere que en el
caso de aprobarse en un futuro plebiscito la opción de la independencia,
ésta no significase la pérdida de la ciudadanía para los nacidos hasta
el momento en que Puerto Rico se convertiera en nación soberana.

La libre asociación o "Commonwealth", dice el informe, mantendría la
ciudadanía estadounidense y significaría adoptar un estatus similar al
que mantienen actualmente, por su relación con Estados Unidos, las Islas
Marshall o la República de Palau.

El gobernador Luis Fortuño
dijo tras conocer el contenido del informe que un estado libre asociado
-el estatus presente- no es viable para resolver la situación política
de la isla.

"El ELA -Estado Libre Asociado- mejorado no es
viable", sostuvo Fortuño, tras apuntar que el informe reconoce que el
estatus actual es de naturaleza colonial.

El presidente del
opositor Partido Popular Democrático (PPD), Héctor Ferrer, mostró su
satisfacción por el hecho de que el informe incluyera la sugerencia de
mantener, si los puertorriqueños así lo desean, el actual Estado Libre
Asociado, estatus que ha defendido históricamente su formación.

El presidente ejecutivo del PIP, Fernando Martín, el líder más
disconforme con las conclusiones, señaló a Efe que es inaceptable que un
informe de estas características incluya como una opción más la de
mantener el presente estatus colonial.

"Es denigrante y
debería abochornar a una Administración como la del presidente Barack
Obama", subrayó el líder independentista, para quien se trata de un
informe que no hace más que favorecer el inmovilismo.

Martín
dijo que el informe no es otra cosa que una forma de "cumplir con el
expediente", además de asegurar que en Washington no hay voluntad de
promover cambio alguno sobre el estatus actual de la isla caribeña.

Dijo que la solución al estatus de la isla tiene que surgir de un
acuerdo entre puertorriqueños, ya que desde Washington no hay intención
de promover una salida a la situación presente.

El comisionado
residente en Washington por el partido gobernante, Pedro Pierluisi, el
más satisfecho con el resultado del informe, apuntó que el estudio
contiene el análisis más completo realizado hasta el momento por la Casa
Blanca sobre el estatus.

Pierluisi resaltó que el informe
entierra los mitos promovidos por el opositor Partido Popular al
reconocer que Puerto Rico es un territorio sujeto a los poderes
plenarios del Congreso estadounidense.

La difusión del informe
en Puerto Rico mereció la atención de la clase política, aunque los
medios no prestaron demasiada importancia a una noticia que pasó
prácticamente inadvertida entre la población.