El pasado 12 de mayo pasará a la historia como uno de los días más tristes en la historia de Filadelfia, el día en el que se produjo el trágico descarrilamiento de un tren de Amtrak (que cubría la ruta Washington D.C-Nueva York) en el que perdieron la vida 8 personas y cerca de 200 resultaron heridas.

Aquella noche, mientras muchos de los ciudadanos permanecían aún ajenos a este terrible accidente, los servicios de emergencia y los centros médicos de la zona se volcaron en la atención a los heridos en el siniestro, convirtiéndose en todo un ejemplo de gestión de una catástrofe de semejante magnitud. Así lo confesó a AL DÍA News la CEO de Aria Health, Kathleen Kinslow, quien aseguró que cuando su personal se enteró de lo sucedido acudió de manera inmediata a prestar su ayuda, ninguno de ellos tuvo que se llamado.

Una conducta que probablemente se produjo en varios de los centros a los que fueron derivados los heridos, y que ahora el departamento de salud del ha querido reconocer.

La secretaria de Salud de Pensilvania, Karen Murphy, entregó el reconocimiento del organismo a las instituciones encargadas de atender a los heridos en una ceremonia celebrada el martes 23 de junio en Temple University Hospital.

En total, 11 instituciones recibieron el reconocimiento de manos de la secretaria; entre ellas figuran: Abington Memorial Hospital, Aria Health, Einstein Medical Center, Hahnemann University Hospital, Holy Redeemer Hospital, Hospital of the University of Pennsylvania, Paoli Hospital, Penn Presbyterian Medical Center, St. Joseph’s Hospital, Temple University Hospital y Thomas Jefferson University Hospital.