¿Cuándo se volverá justa la vida?
Clinton y Obama están sumergidos en una lucha hasta al muerte,
atacándose constantemente entre ellos. Mientras tanto, McCain
ávidamente recolecta municiones con las que podrá apuntarle a quien
llegue a ganar, si es que siquiera podemos hacer uso de la palabra
"ganar" cuando se trata de la nominación demócrata. Según lo indicado
por los encuestadores, el voto de los afroamericanos, durmiente y
bastante inactivo hasta este año electoral, ha despertado y adopta con
afán a Obama, quien personifica a la promesa estadounidense—cualquier
persona, sin importar raza o género, puede convertirse en nuestro
próximo presidente, siempre y cuando esa persona haya nacido en los
EE.UU. (los ciudadanos nacionalizados no pueden ser presidente): En
las calles se rumora que este grupo de Obama no se presentará en las
urnas si su candidato no recibe la aprobación presidencial demócrata.
En el otro lado de la calle, los partidarios de Clinton amenazan con
votar por McCain si su candidato no recibe la aprobación.