El ex presidente Fidel Castro
esperaba, como el resto de los fanáticos cubanos, amantes al deporte
del béisbol, que su equipo nacional pudiese darles la gran alegría
de conseguir el pase a las semifinales de la segunda edición delClásico Mundial y además hacerlo ante Japón.

Nada de eso sucedió, por segunda vez consecutiva en el Clásico
Mundial, Japón venció a Cuba, con sendas blanqueadas en menos de
cuatro días, y la tercera desde la final del 2006, que también
perdió la novena antillana.

Si el pasado domingo, en el primer partido de la segunda ronda,
Japón le dio una lección de pitcheo y bateo oportuno a la novena
cubana con una blanqueada de 6-0, le recetó la misma medicina en el
segundo duelo, esta vez en el partido de eliminación, con un
marcador final de 5-0.

Japón, no sólo volvió a ganar a Cuba con un pitcheo intratable
del abridor derecho Hisashi Iwakuma y el relevista zurdo Toshiya
Sugiuchi, sino que también puso el bateo oportuno con Norichika Aoki
e Ichiro Suzuki, mientras que su defensa fue la mejor.

Por si todo lo anterior no hubiese sido suficiente en la parte
alta del cuarto episodio el jardinero central Yoennis Cespedes
cometió un error de dos bases al no controlar la pelota de un
elevado profundo de Michihiro Ogasawara y ahí comenzó el hundimiento
del equipo cubano.

A partir de ese momento, Cuba se vino abajo y Japón comenzó a
bordar su juego en el diamante del Petco Park, de San Diego, donde
9.774 espectadores la gran mayoría seguidores del equipo nipón
comenzaron a disfrutar de otra jornada triunfal del béisbol de su
país.

Todo lo contrario de lo que le sucedía a Cuba, que después de
haber tenido durante décadas las supremacía dentro de la competición
del béisbol internacional, vio como desde los Juegos Olímpicos de
Atenas 2004, no ha sufrido más que reveses ante el nuevo potencial
del béisbol asiático, encabezado por Japón y Corea del Sur.

El primero, actuales defensores del título de campeones delClásico Mundial que lo ganaron precisamente, en el 2006, al vencer
en la final por 10-6 a Cuba y los segundos, que se quedaron con la
medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 al vencerlos en
la final por 3-2.

Cuba y Japón tienen una vieja historia de enfrentamientos
beisboleros, que comenzó en la década de los 70 cuando los nipones
comenzaron a participar en campeonatos internacionales.

El desarrollo de la liga profesional, la llegada de peloteros de
las Grandes Ligas y sobre todo manejadores estadounidenses albéisbol japonés, le han permitido mejorar muchísimo en su juego que
reflejan luego a nivel de equipo nacional.

Tanto que han hecho historia al ser el primer equipo que por
primera vez deja a Cuba desde 1951 fuera de las finales de uno de
los cuatro grandes torneos que hay en la competición internacional,
con son la Copa Mundial de la Federación Internacional de Béisbol,
la Copa Intercontinental, los Juegos Olímpicos y el Clásico Mundial.

La derrota ante Japón le supuso a Cuba romper una racha de 40
participaciones consecutivas en las finales de las cuatro grandes
competiciones.

Además, la eliminación del Clásico en la segunda ronda es la peor
clasificación que ha tenido Cuba en los cuatro torneos
internacionales, donde nunca había quedado por debajo del tercer
lugar.

Castro, de 82 años, el primer fanático del béisbol en Cuba, ahora
que ya no ejerce el poder y se dedica a escribir y seguir los
asuntos de actualidad, tendrá la gran oportunidad de valorar y
analizar las causas de la "humillación" que ha sufrido el deporte
pasatiempo nacional y la grave crisis en la que se encuentra.

Porque ganar en el Clásico a equipos como los de Suráfrica,
México y Australia, aunque Cuba lo hiciese con 36 carreras y 10
jonrones no tiene ningún valor si luego frente a Japón, en dos
partidos consecutivos, no fueron capaces de hacerles ni una sola
anotación, le conectaron 13 imparables y dos fueron de extra base.

De momento, el manejador de Cuba, Higinio Vélez, no quiso dar
ningún tipo de explicación al "fracaso" del equipo y el posible
final de la dinastía de Cuba en la competición del béisbol
internacional, que irónicamente se ha producido en tierras
estadounidenses.

La delegación de Cuba no atendió a la conferencia de prensa
posterior al partido y Vélez se limitó a ofrecer un breve comunicado
oficial en el que felicitaba al equipo japonés.

"Fueron mucho mejor que nosotros y por eso se merecen la victoria
y estar en las finales", destacó Vélez en el comunicado. "Mientras,
nosotros debemos mirar al futuro para seguir luchando por mejorar
nuestro gran deporte del béisbol".