Como buen filadelfiano los llevé a visitar las partes más lindas de la ciudad en las que incluí la avenida de las artes, ‘City Hall’, el parque del amor, ‘Ben Franklin Parkway’, el museo de arte, la plaza Rittenhouse, la calle Walnut, la ciudad vieja y el Hall de Independencia, un edificio de ladrillo rojo construido en estilo gregoriano, ubicado entre las calles quinta y sexta con Chestnut, conocido en sus inicios como el capitolio de Pensilvania.

Fue en ‘Independence Hall’, como hoy en día se le conoce, en donde el 4 de julio de 1776 George Washington, Benjamin Franklin, John Adams, Thomas Jefferson y 52 delegados más, firmaron la declaración de independencia de los Estados Unidos, y el 17 de septiembre de 1787 se adoptó su Constitución Nacional. La Campana de la Libertad se exhibe frente a ella como símbolo de liberación.

Les comentaba que los toques más importantes se dieron en 1774 al anunciarse el primer congreso continental, en 1775 en las batallas de Lexington y Concord y el del 8 de julio de 1776, que convocó a los ciudadanos de Filadelfia en torno a la lectura de la declaración de independencia, y que figuras como Nelson Maldela han venido a tomarse una foto con la campana que porta una inscripción que dice: “...proclamaréis en la tierra liberación para todos sus habitantes…”, frase que proviene del Leviático 25:10, cuando mi amigo dijo: “¡Me la suda la campana!”, frase que en España da a entender que aparte de que no le importa le desagrada, de forma en que se hizo manifiesto su fastidio por la atención que le estaba dando. Declaró que la daba por vista, dio media vuelta y siguió adelante con su novia.

En 1839 la campana fue adoptada por la ‘Sociedad Americana Anti-Esclavitud’, como símbolo de su movimiento abolicionista, época desde la cual se le conoce como Campana de la Libertad. En ese mismo año William Lloyd Garrison en su periódico The Liberator, reimprimió un folleto abolicionista de Boston, que contenía un poema sobre la campana titulado ‘La campana de la Libertad’.

Es evidente que hay diferencias culturales e históricas que llevan a los españoles a no querer a los norteamericanos y a la cultura anglo en general. Los ingleses vencieron a la ‘armada invencible’ a finales del siglo XVI y luego Estados Unidos los despojó de algunas de sus colonias incluidas la Florida, las Filipinas, y Cuba. A pesar del contexto histórico y de la reciente historia del país al comando de George W. Bush, y sus políticas beligerantes que le significaron un repudio universal, esa noche pensaba en que la Campana de la Libertad no es sólo uno de los símbolos más prominentes de la revolución norteamericana sino que es ícono universal de libertad y justicia, al punto en que el 26 de octubre de 1918 Tomás Masaryk proclamó la independencia de Checoslovaquia en las escaleras de ‘Independence Hall’.

Desconocer su importancia es negar que fue ahí, en el antiguo capitolio de Pensilvania en donde se empezaron a gestar los movimientos revolucionarios que cambiaron el orden del mundo impuesto por Europa, incluido por supuesto España, a quien en una época se le denominaba ‘El imperio donde no se pone el sol’, al tener colonias en las antípodas, America y las Filipinas.

En la última década los Estados Unidos han sido considerados por muchos como un país imperialista y es evidente que las políticas chabacanas de George W. Bush por momentos dieron esa impresión, pero su importancia a nivel histórico como país en el que se honra y promueve la libertad es incuestionable y no debe olvidarse. La Campana de la Libertad es identificada a través del mundo como símbolo de independencia física y mental, principio que está cimentado en la cultura norteamericana y que se vio revalidado el pasado 4 de noviembre de 2008, cuando el país eligió a Barack Obama.

Puedo entender que a mi amigo se le hayan adherido rasgos y fobias culturales por estar inmerso en la cultura española, pero me siento con la obligación de abrirle los ojos. La Campana de la Libertad puede ser invisible para él, pero para el resto de la humanidad tiene un inmenso valor histórico, es pilar del pensamiento que funda la ideología moderna y de un país que ha mostrado el camino. Su grito de independencia se dio casi cuarenta años antes del grito de los países latinoamericanos y antes de que se diera la Revolución Francesa. Desconocer la historia se puede perdonar, pero ser impertinente ante ella no.

Déjenos saber su opinión al respecto.