“América no sería América y los americanos no serían americanos sin los regalos que los afro americanos han aportado”, se puede leer al comienzo de la exhibición América I am, en el National Constitution Center.

La exhibición tiene como misión conmemorar 500 años de contribuciones culturales, sociales, económicas y políticas de la comunidad afroamericana a Estado Unidos.

Son 15.000 pies cuadrados con más de 200 artefactos históricos, fotografías, hologramas, y actuaciones capturadas en audio y video.

Los pasillos se recorren bajo una luz tenue y ritmos de tambores africanos que relatan con mapas descriptivos la llegada del esclavismo, el cual se menciona fundó las bases económicas de la sociedad actual.

Entre los artefactos se encuentra la copia original de una revista llamada El negro viajero (The Negro Traveler), que servía de guía a la comunidad afroamericana para saber en qué hoteles, restaurantes y transporte eran bienvenidos durante los tiempos de las leyes de Jim Crow—que, según cada estado, establecía los lugares públicos en los que se separaba a la gente por el color de su piel.

 “Es un exhibición fascinante que a resultado muy conmovedora para los asistentes”, dijo Stephen Frank, vicepresidente de educación y exhibiciones del Constitution Center.

Frank aseguró que a pesar de los tiempos de crisis la asistencia a sido muy positiva, “el pasado día del presidente batimos el record con más de 1.000 visitas que ese día festivo del año pasado.

En la exhibición por medio de una línea del tiempo se pueden observar personalidades que van desde Manza Musa en los 1300s hasta el actual presidente Barack Obama.

Entre las aportaciones culturales se menciona el jazz, el baile y la comida.

Se encuentra un traje de Jimi Hendrix, la trompeta del jazzista Duke Ellington, el jersey del basquetbolista Michael Jordan.

En el aspecto político, sin duda Martin Luther King figura en la exhibición con la puerta, el cerrojo y la llave de su celda en la cárcel Birmingham.

 “Vale la pena pagar el precio ya que es una experiencia de una vez en la vida, además que con la entrada pueden pasar todo el día en el centro y visitar la exhibición permanente y aprender más de Philadelphia”, finalizó Frank.