El líder opositor venezolano Manuel Rosales atribuyó a "la represión, la violencia y el uso inescrupuloso" del Estado la "victoria sin brillo" que el presidente Hugo Chávez obtuvo el domingo en el referendo sobre la reelección.

Aunque dijo que la oposición "reconoce y respeta" el resultado que permite a Chávez y a cualquier otro cargo de elección popular presentarse para reelección las veces que quiera, Rosales insistió que fue una "victoria sin brillo, sin méritos", fruto "del uso inescrupuloso, indebido, grosero y obsceno de los recursos del Estado", así como del "uso de la violencia y de la represión".

Sin confirmar si volverá a enfrentar a Chávez en las presidenciales de 2012, como lo hizo y perdió ante el gobernante en 2006, Rosales lo retó a "que demuestre que es un verdadero demócrata, un verdadero líder y a que compita sin ventajismos".

"De lo contrario sería acobardarse", alertó y anunció que de inmediato la oposición trabajará "sin descansar para impedir que en Venezuela se repita una campaña electoral" en esas condiciones y vaticinó futuros triunfos electorales de la oposición.

"Nos estamos preparando (...) para ganar la mayoría en las próximas elecciones parlamentarias" del 2010 y luego las presidenciales, subrayó en una rueda de prensa.

El líder del partido Un Nuevo Tiempo (UNT, socialdemócrata) y actual alcalde de la ciudad de Maracaibo destacó que los 5,1 millones de votos que cosechó el "no" a la enmienda constitucional reflejan "un crecimiento permanente" de las fuerzas opositoras.

Los 6,3 millones de votos que a su vez obtuvo el "sí" auspiciado por Chávez a favor de la reelección sin límites confirman que "ha perdido el apoyo en más de un millón de votos", dijo y recordó que el gobernante ganó el período presidencial 2007-2013 con el voto de 7,3 millones de venezolanos.

Rosales, que entonces cosechó 4,3 millones de votos, insistió en que desde entonces "se han venido construyendo verdaderas esperanzas para el pueblo", que la oposición es ya "una verdadera alternativa de poder" y presagió que Chávez será derrotado en las presidenciales de diciembre de 2012.

Hasta entonces, le exigió el "cese a la regaladera" de dineros públicos a otros países y "que utilice los recursos del pueblo en el mismo pueblo venezolano".

Además, le pidió "que se reúna con los representantes de todos los sectores del país para diseñar estrategias" contra los problemas nacionales y "que de verdadera muestra de buscar la reconciliación y la paz", liberando a "la gran cantidad de presos políticos y que permita el regreso de miles de venezolanos en el exilio".

"Aquí se acabó el cuento del golpe de Estado y del magnicidio" que permanentemente Chávez denuncia en la agenda política opositora, porque "nosotros somos una alternativa democrática que seguirá el camino del civismo y de la competencia electoral", remató.

Rosales asistió, pero optó por no hacer uso de la palabra en la rueda de prensa que el domingo ofrecieron los líderes de las fuerzas opositoras para admitir su derrota.

"Somos demócratas, reconocemos los resultados", aunque éstos "fueron influenciados por el ventajismo" oficial, declaró ese día el presidente de UNT, Omar Barboza, quien entonces también destacó que la oposición "tarde o temprano va a triunfar e imponer la vigencia plena de los valores democráticos".