Los legisladores republicanos de la Cámara de Representantes de EEUU promovieron hoy su propia versión de un plan de estímulo económico, después de que el presidente Barack Obama no lograra persuadirlos para que apoyen la propuesta demócrata.

En una rueda de prensa, los principales líderes republicanos de la Cámara Baja criticaron el proyecto de ley de 825.000 millones de dólares que será sometido a votación hoy e insistieron en que su versión costará menos y será más eficaz para corregir la maltrecha economía.

A su juicio, el plan ante el pleno de la Cámara supone un derroche de gastos fiscales y no ayudará en nada a crear o preservar los millones de empleos que ha prometido Obama.

"El alivio tributario de acción rápida que presentaremos pronto reducirá de verdad los impuestos al pueblo estadounidense y a la pequeña empresa, espoleará nuestra economía y creará y preservará de veras empleos en EE.UU.", afirmó el líder de la minoría republicana, John Boehner.

Según el legislador, la propuesta en ciernes de la oposición creará "6,2 millones de nuevos empleos en EE.UU.", el doble de lo que proyecta la medida ante la Cámara Baja, y con la mitad del costo.

Por su parte, el "número dos" de la Cámara Baja, Eric Cantor, dijo que el mensaje para Obama ha sido y será siempre el mismo: "la economía necesita un estímulo... si de verdad estamos comprometidos con la reactivación económica tenemos que tener una legislación que preserva los empleos existentes y cree unos nuevos".

Boehner dijo a los periodistas que prevé discutir hoy la alternativa republicana, y otros temas con Obama, pero no dio detalles.

El proyecto de ley requiere al menos 218 votos para su aprobación, y los demócratas abultaron su mayoría en la Cámara de Representantes, a 255 de un total de 435 escaños, tras los comicios de noviembre pasado.

Los republicanos convocaron la rueda de prensa horas después de que Obama se reuniera en el salón Roosevelt de la Casa Blanca con más de una decena de los principales ejecutivos de empresas como Aetna, Jet Blue, Motorola, Honeywell, Kodak, IBM, y Xerox para recabar más apoyo al plan de estímulo.

Consciente de las críticas sobre la eficacia y alcance del plan, Obama insistió hoy en que la mayoría del dinero que están "invirtiendo como parte de este plan irá directamente a la creación de empleos, generando o preservando entre tres y cuatro millones de empleos".

"La vasta mayoría de estos empleos se crearán en el sector privado porque, como bien saben estos ejecutivos, las empresas y no el Gobierno son la maquinaria de crecimiento en este país", enfatizó el mandatario.

El plan de reactivación económica, ideado entre los demócratas del Congreso y la Casa Blanca, autoriza 275.000 millones de dólares a recortes de impuestos a las familias y pequeñas empresas y en torno a 550.000 millones en inversiones en la infraestructura, programas sociales y proyectos energéticos.

En paralelo, el Senado también debate su propia versión del plan de estímulo.

El martes, el Comité de Asignaciones del Senado aprobó el plan con 21 votos a favor y 9 en contra.

Una vez que sea aprobado por ambas cámaras del Congreso, el plan de estímulo será sometido a un proceso de armonización bicameral antes de ser enviado a Obama para su promulgación.