Eugenio Montoya, integrante del cartel de la cocaína del Norte del Valle en Colombia, se declaró culpable de conspirar en tráfico de drogas y obstrucción a la justicia en un tribunal de Miami.

Montoya, vestido con el uniforme de prisionero y cadenas en sus tobillos, asumió el viernes su responsabilidad por dos de los 12 cargos que afrontaba, tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía Federal del distrito sur del estado de Florida.

Las autoridades estadounidenses han calificado su caso, en el que su hermano Diego Montoya alias "Don Diego", también está acusado, como el más importante después de la sentencia a 30 años de Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, ex jefes del disuelto cartel de Cali.

El cartel del Norte del Valle sustituyó en poderío al de Cali, en la misma región del suroeste colombiano.

Rubén Oliva, abogado de Eugenio Montoya, declaró al finalizar la vista judicial que estaban complacidos con el acuerdo, pero no suministró detalles.

"Estamos muy complacidos de la resolución amigable del caso. Esta fue beneficiosa para mi cliente, estamos muy agradecidos con el Gobierno (de Estados Unidos)", expresó el letrado.

Los fiscales federales encargados del caso desestimaron las otras acusaciones contra el colombiano y recomendaron una sentencia máxima de 30 años de prisión.

La jueza Cecilia Altonaga condenará a Eugenio Montoya el próximo 3 de abril.

El colombiano se había declarado inocente el 23 de julio de 2008, tras ser extraditado a Estados Unidos por el Gobierno de Colombia el 16 de junio del año pasado.

Entre los cargos que afrontaba estaban lavado de dinero y conspiración con represalias contra uno o varios testigos a través del asesinato.

Según los documentos judiciales leídos hoy por la jueza, Eugenio Montoya era uno de los principales miembros del cartel del Norte del Valle, liderado por su hermano Diego Montoya, quien fue uno de los diez fugitivos más buscados por el FBI.

Eugenio Montoya administraba y era responsable del dinero que obtenía la organización mediante el narcotráfico y supervisaba los lugares utilizados para esconder esos fondos.

La organización delictiva generalmente mantenía entre 18 a 20 millones de dólares en efectivo en diferentes sitios de Colombia y Eugenio Montoya usaba el dinero para establecer laboratorios de cocaína, pagar el transporte de la droga y personal de seguridad.

Durante la lectura de los delitos cometidos por la organización, se mencionó que Diego Montoya instruyó a su hermano Eugenio para que ordenara a otros miembros del cartel interrogar a Jhon Jairo García Giraldo, alias "Dos mil", porque sospechaba que estaba colaborando con las autoridades de EE.UU.

García Giraldo fue golpeado con bates de béisbol y su cabeza sumergida en agua durante el interrogatorio en una zona rural de Colombia, luego fue asesinado y su cuerpo lanzado en un río, según los documentos judiciales.

Estados Unidos afirma que "Don Diego" es responsable de cerca del 70 por ciento del tráfico de cocaína hacia Estados Unidos y Europa.

Diego Montoya debe comparecer ante una audiencia el próximo 19 de febrero, cuando se le notificará oficialmente de los cargos que afronta y para que se declare inocente o culpable.

El acusado encara los mismos doce cargos que inicialmente fueron presentados en contra de su hermano Eugenio.

En 2005, otro hermano de Eugenio y Diego, Juan Carlos, y su primo Carlos Felipe Toro Sánchez fueron extraditados a Estados Unidos para afrontar cargos de tráfico de drogas y lavado de dinero.

Ambos se declararon culpables de conspirar para ingresar cocaína al país. Juan Carlos Montoya fue sentenciado a 21 años de cárcel, y Toro a 19 años.