El muro parcialmente derrumbado que se encuentra en el cruce de las calles 5 y Diamond en el norte de Philadelphia sigue ahí, pero ya le pusieron una reja alrededor.

Lo anterior ocurrió luego de que un juez ordenara al dueño, Carmelo Rivera, a que pusiera una reja para prevenir que la gente camine por la acera.

Un juez ordenó que la reja se pusiera el fin de semana del 10 de enero.

Después de dicha fecha, el dueño tiene 30 días para hacer las reparaciones necesarias y prevenir que el muro se derrumbe.

El edificio, cuya dirección es 447 W Diamond, tiene una pared a punto de derrumbarse y desde hace varios años cuenta con una estructura de madera que sirve de apoyo a la estructura defectuosa.

En octubre pasado AL DÍA publicó un reportaje en el que vecinos del lugar se quejaban de la situación y dijeron tener miedo de que la pared se cayera encima de alguien.

La situación es más crítica cuando se considera que el muro estaba en la ruta de los niños que acuden a la Escuela Pública William McKinley que se encuentra a dos cuadras del edificio dañado.

A raíz del artículo, el Departamento de Licencias e Inspecciones visitó el lugar por segunda ocasión y le dio al dueño una segunda advertencia para que arreglara el problema.

Además de la reja, otro cambio visible es el letrero de “se vende” en la venta, que ahora tiene el número de una compañía de bienes raíces y no el del dueño.