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Entre mujeres es más fácil

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Las promotoras necesitan de la cooperación de las mujeres del sur de Filadelfia para poder diseminar su información acerca del VPH. 

Han caminado las calles. Han tocado las puertas de varias casas. Han buscado mujeres en ferias, en mercados, en fiestas y hasta en sedes diplomáticas.

Han hecho todo esto con una sola meta en mente: ayudar a otras mujeres para que ellas, a su vez, ayuden a otras.

Se trata de un grupo de promotoras de salud que está en busca de mujeres para enseñarles acerca de los riesgos del virus del papiloma humano (VPH), sobre cómo prevenir su propagación y qué cuidados se deben tomar en caso de contraerlo.

“Las hispanas somos muy descuidadas de nuestra salud”, dijo la promotora voluntaria Bertha González. “Estamos tratando de hacer que ellas mismas se cuiden, que vean por ellas mismas sin que nadie les diga que por qué se van a hacer esto ni nada”.

Para ella, ecuatoriana que migró a Filadelfia hace ya varios años, esta es una misión que también le ha tocado en maneras que ella no se imaginaba.

“Cambió bastante mi vida después de este programa”, dijo. “Yo oía del papanicolaou pero no tenía idea para qué se hacía esto, de qué se trataba esto”.

Pero ahora ya lo sabe. Y ahora armada con esa información, González habla más holgadamente con las mujeres que quieren saber lo que ella tiene que decirles.

“Al ahora tener esta capacidad me siento bien, me siento grande. Las mujeres me dicen que están ilusionadas con esto porque ellas también quieren ir a dar las enseñanzas entre las personas… …O sea, saber, hablar del tema”, dijo.

 Este grupo de promotoras se reúne mensualmente para trazar cómo abordar un tema que muchas veces es tabú entre las mujeres de la comunidad.

“Tenemos que estar informadas acerca de esta enfermedad que es muy contagiosa” dijo Guadalupe Canchola, otra de las promotoras. “(A veces) por ignorancia o desinformación no nos prevenimos”.

Hablar de mujer a mujer no es ningún problema para ella. El obstáculo más grande es a veces lidiar con los maridos o parejas de las mujeres a las que quieren ayudar.

Canchola aseguró que a pesar de eso, los hombres deben informarse al igual que las mujeres sobre los riesgos de este virus que se transmite a través de las relaciones sexuales.

“Los hombres deben saber esto porque son parte principal de la familia y son los principales transmisores de la enfermedad” dijo.

Parte de su labor como promotora consiste en instar a las parejas a que mantengan su fidelidad o que, en su defecto, se protejan.

“Es más recomendable que nada más con una pareja lo haga (tenga relaciones) o que se proteja con los condones”, dijo.

Las seis promotoras, todas voluntarias que se fueron juntando durante el año pasado, ya han realizado sesiones en el Consulado General de México, eventos comunitarios como la fiesta mexicana en Penn’s Landing y otros eventos relacionados con la salud.

Este grupo se originó de la necesidad de proveer  a la mujeres de la comunidad inmigrante con información sobre el VPH, labor que realiza la clínica Puentes de Salud en el sur de Filadelfia.

“Las mujeres hispanas tienen una probabilidad más alta de tener esta enfermedad más que las mujeres blancas”, dijo el doctor Matthew “Mateo” O’Brien.

Además las mujeres hispanas o latinas son más propensas a desarrollar problemas serios con esta enfermedad, según aseguró el médico, director del programa.

El VPH es la infección de transmisión sexual (ITS) más frecuente, de acuerdo al Centro para Control de Enfermedades.

El organismo indica que existen más de 40 tipos del VPH que pueden infectar las áreas genitales de hombres y mujeres, entre las que se incluyen la piel del pene, la vulva (área fuera de la vagina) y el ano, así como los revestimientos de la vagina, el cuello uterino y el recto.

La mayoría de las personas infectadas por el VPH no saben que están infectadas, indica el organismo.

Y es que de acuerdo al estudio la Prueba del Papanicolaou y las Mujeres Extranjeras, publicado en 2007 por el CDC, el índice de mujeres que no se realizan el examen del papanicolaou es tres veces más alto en las que han migrado recientemente a Estados Unidos que entre las que nacieron en el país.

La situación empeora entre mujeres nacidas en México, el Caribe y el resto de Latinoamérica, de acuerdo con dicho estudio.

O’Brien señala que esto se debe a varios factores.

“Las mujeres latinas no tienen el mismo acceso a los servicios médicos que tienen las mujeres blancas por lo general”, dijo.

Además, dijo, “la comunidad latina no tiene tanta información sobre la importancia de hacerse los exámenes del papanicoloau ni el conocimiento de la enfermedad”.

El estudio Exceso de Muertes por Cáncer en el Cuello Uterino: Indicador del Poco Acceso al Sistema de Salud en Comunidades Pobres, publicado por el Instituto Nacional del Cáncer, encontró que hispanas de la frontera entre México y Estados Unidos son altamente propensas a contraer el virus y morir del cáncer que produce el no atenderlo.

Pero este no es un problema sólo de la frontera.

El estudio indicó también que estados que tradicionalmente no eran considerados como destinos típicos de los inmigrantes enfrentaban también grandes retos para combatir el VPH.

En Pensilvania la incidencia de este tipo de cáncer ha visto un decremento entre las mujeres hispanas durante los últimos cinco años, de acuerdo a cifras del Instituto Nacional del Cáncer (CNI).

Sin embargo el instituto reconoce que dentro de la estadística no se cuentan a mujeres que pertenecen a grupos cuyas representaciones podrían verse afectadas por la falta de un censo comprensivo sobre sus poblaciones.

Para hacer frente a este problema en una ciudad como Filadelfia, donde la comunidad inmigrante ha crecido significativamente en los últimos años, Puentes de Salud ha recurrido a modelos que han sido efectivos en otros lugares del país.

“Tenemos una guía de San Diego en California” dijo. “Hay un grupo ahí que está haciendo algo parecido. Y ellos han estado haciendo este programa desde los 80”.

La idea básica, dijo O’Brien, es que la educación es diseminada por miembros de la misma comunidad.

“La información no viene de mí, un doctor blanco, sino que la información viene de la comunidad misma y pensamos que las mujeres de la comunidad tienen más confianza en el mensaje de su misma comunidad que en el mensaje cuando viene de mí en una clínica”.

La enfermera Rebecca Bixby fue la encargada de entrenar al primer grupo de Promotoras y ahora coordina las juntas con ellas, como parte de un estudio que se realiza a la par de la labor de educadoras comunitarias de la salud.

Se trata de “que vayan promotores que son personas de la misma comunidad y que tengan capacitación en un área y puedan compartir esa información con la gente para hacer un acercamiento y para darles herramientas a la misma comunidad que no tenían antes”, dijo.

Durante su labor con los inmigrantes que se han establecido en el sur de Filadelfia, Bixby identificó la necesidad y voluntad por informarse sobre temas de la salud.

“Había conocido a algunas (mujeres) en los talleres que habíamos hecho sobre salud de la mujer, y les interesaba mucho”, dijo. “Al encontrar esa actitud en varias mujeres me daba a mí la idea de que existía una necesidad y también existían las líderesas que estaban dispuestas y listas para capacitarse para tomar ese rol y tener ese papel de Promotora”.

Fue así que se juntó el primer grupo que brinda su servicios de manera gratuita a otras mujeres y que ahora camina las calles del sur de Filadelfia con la única meta de ayudar a otras mujeres.

**El examen del papanicolaou le debe su nombre al médico de origen griego Georgios Papanikolaou, quien postuló por primera vez en 1934 que se podía detectar la afectación de las células del cuello del útero a través de un tallado en dicha zona que después se estudia al microscopio. 

Detéctelo a tiempo:

Las mujeres interesadas en realizarse un papanicolaou, pueden acudir los martes y los jueves de 9 a. m. a 5 p.m. a Servicios de Salud a la Mujer Latina, Garfield Duncan Building, 700 Spruce Street, Suite 200 Philadelphia, 19105.
Teléfono 215 829 7353.

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