Al menos ocho policías colombianos, entre ellos un oficial y dos suboficiales, murieron este viernes en una emboscada tendida por presuntos guerrilleros en una carretera rural del departamento de Arauca, este del país, informaron fuentes oficiales.

Portavoces policiales precisaron que la patrulla de la institución cayó en la emboscada en zona rural de la localidad de Fortul, a unos 700 kilómetros de Bogotá.

La patrulla se dirigía al cementerio de Fortul cuando fueron atacados por hombres armados y activadas varias cargas de explosivos sembradas en la carretera.

"Los policías fueron atacados con bombas y luego rematados", dijo a periodistas el alcalde de la localidad, Jorge Enrique Muñoz Calvo.

Desde Bogotá, el director de la Policía colombiana, general Oscar Naranjo, envió una comisión especial y ordenó el traslado a la zona del ataque de refuerzos para apoyar a la patrulla, permitir el rescate de los cuerpos de los fallecidos y perseguir a los atacantes.

Ninguna autoridad ha atribuido la emboscada a grupo alguno aunque en esa región actúan frentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Además de refuerzos policiales, a la zona rural de Fortul fueron enviadas patrullas del Ejército.