Enfermeras, trabajadoras sociales y maestras son algunas de las profesiones de la actual generación de mujeres que deciden  entrar a  la vida religiosa.

Con alrededor de 30 órdenes católicas en Filadelfia, más mujeres entre los 30 y 40 años optan por entregar sus servicios a su vocación de fe.

A los 54 años de edad la enfermera de profesión y hermana de vocación recibirá sus votos perpetuos  en la orden del Santo Niño Jesús este sábado 15 de noviembre.

“El descubrimiento fue paulatino, a pesar de mis logros profesionales existía un vacío que todo el éxito de mi carrera no podía llenar en mi corazón”, explicó  la hermana Mary Kerner.

Agregó  que  cuando su padre fue diagnosticado con cáncer su perspectiva de vida cambió.

“Lo que comenzó con un ‘tal vez’ se ha ido confirmando en los últimos 22  (años) desde que mi búsqueda inició, me siento completamente  feliz , decidida a entregar mi dones al servicio de los demás”, dijo Kerner.

La hermana Anita Quigley, miembro  y líder de la Sociedad Americana del Santo Niño,   comentó que la orden religiosa tiene varias sedes en todo el mundo y que la comunidad hispanas continua creciendo en la orden.

“Hoy en día las mujeres cuentan con un sin fin de posibilidades en realizarse en la  vida profesional e espiritual (…). Este es un llamado que va creciendo entre las profesionales”, explicó Quigley.

Añadió que para elegir la vida de religiosa no se tiene que ser santa, sólo es necesario tener el firme deseo y la pasión de servir a los demás encontrando un significado más profundo a través  de la entrega a Dios.

“Es valido contar con el deseo de ser exitosa profesionalmente, pero cuando todas las metas se han cumplido y no se ha encontrado esa seguridad que te permita verte a ti misma tienes que tomar riendas de tu vida y encontrar el llamado que te llene (…). Cuando puedas disfrutar cada momento de tu vida es cuando te das cuenta que Dios te quiere ahí”, dijo Kerner.

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