El balance de los Juegos Olímpicos ha sido "desastroso", según el informe presentado hoy por la organización Reporteros sin Fronteras (RSF) en el que denuncia el "cinismo" de las autoridades chinas y la "incapacidad" del Comité Olímpico Internacional (COI) para hacer respetar la "dignidad humana".

La organización por la libertad de prensa ha constatado agresiones a al menos 22 periodistas extranjeros durante los Juegos que terminan el próximo domingo 24, en un informe sobre los JJOO presentado hoy ante la prensa.

Además, RSF denuncia en su balance que 50 militantes por los derechos humanos han sido puestos en arresto domiciliario durante los Juegos, que 15 ciudadanos chinos han sido detenidos por haber demandado el derecho a manifestarse y que 47 militantes pro-tibetanos han sido interrogados y expulsados del país.

"Desgraciadamente, teníamos razón", declaró el secretario general de RSF, Robert Menard, en una rueda de prensa en la que insistió en que las autoridades chinas no han cumplido con los compromisos que adquirieron hace siete años.

En 2001, el secretario general de la candidatura china, Wang Wei, prometió "libertad total para la prensa" durante el desarrollo de los Juegos.

Esta circunstancia no ha existido, considera RSF, a tenor de los actos violentos y obstrucciones que han podido constatar y la dificultad para acceder al Tíbet o para entrevistar a familiares de disidentes chinos.

Menard señaló que la campaña de movilización contra la censura en los Pekín 2008 no ha dado resultado si se contabilizan los presos políticos liberados, ya que se han producido incluso más detenciones, pero sí como llamada de atención sobre el hecho de que "China no es una potencia moral".

El secretario general de RSF arremetió además contra el presidente del COI, Jacques Rogge, por no haber hecho respetar la Carta Olímpica, que hace referencia expresa al respeto a la dignidad humana y llamó al boicoteo de su eventual reelección en el cargo en 2009.

En este sentido, Menard pidió que se modifiquen los criterios para designar las sedes olímpicas y que a las condiciones de seguridad, infraestructura y medioambiente se agregue el respeto de los DDHH.