El gobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo Vilá, acusado de 24 cargos de corrupción, se dirigió al país en un mensaje televisado en el que insistió en que "nada ni nadie" lo "va a detener en el empeño de seguir haciendo lo que es correcto".

Acevedo Vilá fue acusado junto a otras 12 personas el pasado marzo de 19 cargos por supuestas violaciones a las leyes electorales de EEUU y Puerto Rico y ayer el Departamento de Justicia estadounidense informó de que un gran jurado había emitido otros cinco cargos junto a otros dos acusados.

La oposición del Partido Nuevo Progresista (PNP) reclamó la renuncia de Acevedo Vilá, quien insistió en que la investigación en su contra tiene motivaciones políticas para influir en las elecciones del próximo 4 de noviembre.

El gobernador se dirigió a los puertorriqueños indicando que sabe de "la confusión y la frustración" que la situación está causando entre la población y que comparte su "coraje e indignación".

"Pero yo también sé que no he cometido ningún acto ilegal y jamás le he pedido a nadie que lo cometa", defendió Acevedo Vilá, que reiteró que "esta fue, es y será una investigación políticamente motivada por gente que no tolera que se piense diferente a ellos".

El gobernador insistió en que su "contrario", el candidato a la gobernación del PNP, Luis Fortuño, cuyo nombre no mencionó, "ha demostrado una gran incapacidad para ejercer liderato", por lo que su campaña electoral, "cimentada en el miedo", "necesita este issue (asunto)" de las acusaciones.

Para Acevedo Vilá las acusaciones de ayer "no son nuevas. Son exactamente las mismas que las anteriores, reescritas y reempaquetadas, por si acaso se caen las primeras. Es el mismo asunto planteado diferente para tratar de hacer daño político".

"Nuevamente, no hay ninguna alegación de otorgamiento ilegal de contratos, ni de sobornos, ni de desfalco de fondos públicos. No las hay, porque no existen. Nuevamente, no citaron al Gran Jurado a los jefes de agencia concernidos, porque ellos saben que en su testimonio dirían que nada ilegal ocurrió", defendió.

"Yo seguiré trabajando sin descanso, seguiré atendiendo los problemas que te afectan, consciente de que mientras más hacemos para mover a Puerto Rico hacia adelante, más duro hace falta trabajar y mucho más nos resta por hacer", insistió.

Las acusaciones en contra del gobernador se refieren a la supuesta financiación fraudulenta de sus campañas políticas, a lavado de dinero y al otorgamiento de contratos con el gobierno a compañías a cambio de dinero para el Partido Popular Democrático (PPD), que preside.

Fortuño, por su parte, tras escuchar el mensaje del gobernador, criticó que éste utilizara su puesto y la televisión pública para defenderse y que esté descuidando sus obligaciones prolongando "esta pesadilla innecesaria".