El partido que todos querían ver dentro de la competición del béisbol olímpico, el duelo entre Cuba, actual campeona olímpica, y Estados Unidos, el eterno rival, se anticipó a las semifinales del torneo de Pekín 2008 con el mismo elemento de sabor a revancha y de reivindicación de ser los mejores.

Después de haberse visto ya las caras en la fase preliminar y dejar a Cuba ganadora por 5-4 en 11 entradas, con un jugador estadounidense golpeado y las acusaciones del manejador de Estados Unidos, Davey Johnson, que dijo que la acción fue intencionada, el nuevo duelo se presenta todavía mucho más intenso.

Aunque Johnson y los jugadores estadounidenses han querido rebajar la presión sobre el incidente el partido que le costó al segunda base Jayson Nix, de los Rockies de Colorado, pasar por el quirófano y abandonar el torneo, en su interior el incidente les genera una motivación mayor.

Además, el "código de honor" que existe dentro del deporte del béisbol señala que cuando un compañero es golpeado de "forma intencionada" por un lanzador, será el veterano, en este caso Pedro Luis Lazo, el que "defiende" al compañero.

"Esta claro que el partido contra Cuba siempre tiene elementos extra de motivación y tensión, pero como deportistas, cuando sales al campo, lo único que tienes que hacer es jugar pelota lo mejor posible y ganar", comentó Johnson. "Nuestro objetivo será conseguir la victoria", señaló.

Johnson reconoció que el equipo no comenzó bien la fase preliminar, pero ha ido a más y lo demostró con el último triunfo ante Japón por 4-2 en 11 entradas, dándole también oportunidades a otros peloteros que no habían visto mucha acción.

"Sabíamos que el enfrentamiento con Cuba era algo que no se podía evitar y por lo tanto ahora llegamos más preparados y con el único objetivo de conseguir la victoria", destacó Johnson.

Sin embargo, es consciente de que las estadísticas de lo que ha sido hasta ahora la competición no les favorecen, ya que Cuba, con marca de 6-1, por 5-2 de Estados Unidos, es el líder del torneo en bateo -"slugging"-, en corredores embasados y ha recibido nada menos que 33 boletos gratis para además anotar 52 carreras.

Cuba tiene .300 de promedio de bateo con 72 imparables, su "slugging" es de .517 y de .395 con corredores en base.

Mientras que Estados Unidos ocupa el tercer lugar con el promedio de bateo de .286 después de conectar 69 indiscutibles y tiene .339 con corredores en base.

Pero la gran ventaja para Estados Unidos es que supera a Cuba en el apartado del pitcheo, al ocupar el segundo lugar del torneo con sólo 2.19 carreras limpias permitidas, por 2.66 que tienen los lanzadores cubanos, que son cuartos.

El manejador cubano, Antonio Pacheco, gran conocedor de lo que significan los duelos contra Estados Unidos porque los vivió como jugador, dijo que su equipo no tenía problemas con lo que pensasen los estadounidenses sobre el incidente del primer partido y estaban concentrados para conseguir de nuevo la victoria.

"Estamos molestos por la manera como se nos acusó por el incidente de la lesión de su jugador, pero ahora lo único que cuenta es estar listos para ganar y seguir camino a la última medalla de oro del béisbol en Juegos Olímpicos", comentó Pacheco. "Debemos demostrar que el deporte del béisbol tiene que volver a ser olímpico".

Nada mejor que dar un gran espectáculo como el que se espera mañana viernes en el Estadio de Béisbol de Wukesong a partir de las 6:00 de la tarde ora local.

"Para el equipo cubano, que ha ganado tres de las cuatro medallas olímpicas, conseguir el oro en Pekín 2008 es algo muy emocionante ya que, en principio, será la última vez que haya competición de béisbol", comentó Pacheco.

En cuanto a la rivalidad con Estados Unidos, reconoció que la "llevaba en el corazón" y por lo tanto iba a ser un partido muy especial para todos.

"Será un gran partido, como todos los que hemos protagonizado anteriormente los dos equipos", destacó Pacheco. "Estados Unidos tiene una excelente ofensiva con buenos lanzadores, y además poseen velocidad", dijo.

Sin embargo, Pacheco, que no quiso dar a conocer quien será el responsable de lanzar como abridor frente a Estados Unidos, dijo que su equipo estaba preparado y mentalizado para luchar por la victoria.

"Lo demostramos en el primer partido, sabemos como hacer las cosas y espero que al final de nuevo seamos nosotros el equipo ganador", agregó Pacheco, que tampoco quiere olvidar lo que sucedió en Sydney 2000 cuando eran los grandes favoritos y al final Estados Unidos les rompió su marca perfecta para dejarlos sin el oro olímpico.