El sentimiento anti-inmigrante y la falta de educación sobre la inmigración ha provocado que personas en la región piensen en crear en Filadelfia una red de santuarios.

“La gente se olvida de que se trata de personas y no sólo ilegales porque hay mala información”, dijo Peter Pedemonti, codirector del Movimiento Santuario en Filadelfia.

El Movimiento Santuario comenzó en la década de 1980 cuando congregaciones religiosas en EEUU abrieron sus puertas para centroamericanos refugiados de las guerras civiles en Nicaragua, El Salvador, Guatemala, entre otros. Estas hacen votos para ser buenos vecinos y proteger a gente vulnerable, explicó Margaret Sawyer, otra de las codirectoras.

Actualmente hay 25 redes santuario en Estados Unidos, en ciudades como Nueva York y Los Ángeles. A diferencia de estas redes, las denominadas Ciudades Santuario son urbes que han promulgado leyes expresamente para la protección de inmigrantes. Un ejemplo cercano es Trenton, que en la orden ejecutiva o4-01 indica que a nadie se le puede negar servicios de la ciudad por su estatus migratorio.

Además, especifíca que los funcionarios públicos y empleados de la ciudad no deben indagar acerca del estatus lega de una persona a menos de que la persona esté envuelta en un crimen, entre otras provisiones legales.

En tanto, en Filadelfia, que no es Ciudad Santuario, existe un memorando del Departamento de Policía  que insta  a sus oficiales a no preguntar por el estatus migratorio de una persona y sólo reportar a indocumentados cuando comentan un crimen. También existe una ordenanza del Concejo oponiéndose a que los policías sean capacitados como agentes federales dentro del programa 287(g) del Departamento de Seguridad Nacional.

Dicho programa fue el que la fiscal de Nueva Jersey, Anne Milgram, acogió en desde agosto del año pasado luego de que tres universitarios fueran asesinados por pandilleros indocumentados en Newark.

Para Sawyer es importante que se cree esta Red Santuario en la ciudad porque ya existen “grupos de odio afuera de Filadelfia”.

“Es tiempo de tener otra voz en la conversación del tema migratorio”, dijo. “El hecho de que Filadelfia se convierta en una Ciudad Santuario  es algo que nos vemos haciendo en el futuro”.

Apenas en julio pasado, el inmigrante mexicano Luís Ramírez Zavala murió a manos de tres jóvenes blancos en el poblado de Shenandoah, al norte de Pensilvania.

Brandon J. Piekarsky, de 16, y  Colin J. Walsh, 17 años, tendrán una audiencia preliminar este lunes 18 de agosto, en la que enfrentan cargos por homicidio e intimidación racial contra Ramírez. Un tercer implicado, Derrick M. Donchak, de 18 años, enfrenta cargos de intimidación racial, lesiones, entre otros.

Sobre este tema, Sawyer dijo que “odio la idea de que la tragedia traiga algo bueno, pero esto es una llamada de alerta sobre lo que está pasando en la región y nos indica que debemos unirnos”.

En el caso de Filadelfia, donde se cuenta con al menos seis congregaciones, la Red Santuario funcionaría, en su etapa inicial, diseminando información acerca de los inmigrantes.

“Nosotros queremos cambiar eso haciendo de Filadelfia una ciudad Santuario a través de información, educación. Diciéndole a toda esa gente que debemos recibir a nuestros vecinos, amarlos y ayudarlos”, dijo Pedemonti.

En una fase ya más avanzada, los Santuarios operarían como refugios para personas que enfrenten deportaciones, explicó.

El caso más notorio de Santuarios en Estados Unidos se dio en el 2006 cuando Elvira Arellano, inmigrante mexicana a punto de ser deportada, cogió asilo en la Iglesia Metodista Unida Adalberto de Chicago.

Tras un año, Arellano fue arrestada (y luego deportada) a las afueras de una iglesia en Los Ángeles, ciudad a la que viajó en una serie de presentaciones que hizo a nivel nacional.

Aunque la ley no reconoce el término Santuario, existe la idea implícita de que las autoridades migratorias no entran a las congregaciones en búsqueda de personas con órdenes de deportación.

Juliet Myers, Secretaria Asistente de Seguridad Nacional para Inmigración y Control de Aduanas, declaró que no se han dado casos en que las autoridades incursionen a dichos santuarios.

“Claro que de tratarse de un múltiple homicida, la autoridad actuaría diferente”, dijo.

El caso de Edwin Ramos trajo a la luz la ley Santuario que existe en San Francisco, California. Ramos, un indocumentado salvadoreño es acusado de haber matado a tres personas en mayo de este año y luego haberse acogido al amparo del Santuario que hay en la ciudad.

Sin embargo, reportes periodísticos indican que las autoridades federales tuvieron a Ramos en por lo menos dos ocasiones y nunca lo detuvieron para que fuera deportado.