Ambas cámaras de Congreso comenzaron un receso de cinco semanas dejando varios temas sin discutir que no se espera acaparen mucha atención cuando legisladores regresen en septiembre. Esta sesión congresional tiene un calendario más corto debido a las elecciones presidenciales y congresionales.

Los legisladores se fueron el 1 de agosto luego de haber aprobado –y el presidente Bush firmado– legislación para ayudar a varios cientos de miles de dueños de hogares en peligro de perder sus hogares bajo una ejecución hipotecaria. Muchos son hispanos. La legislación permite que dueños puedan refinanciar con intereses más bajos para conseguir hipotecas menos costosas.

Hispanos y grupos que abogan por asuntos de vivienda alabaron el proyecto de ley pero dijeron que no ayudaba a suficiente gente necesitada. Se calcula que dos millones de viviendas atravesarán por una ejecución hipotecaria, un millón más que el año pasado.

Los que apoyan el proyecto de ley lo califican como un “primer paso” para lidiar con la crisis en la vivienda. “Las familias son las que directamente son afectadas”, comentó el senador demócrata Robert Menéndez de Nueva Jersey.   “Están recibiendo avisos de ejecución de hipotecas, están luchando para balancear la chequera, y están pidiendo ayuda del Congreso”.

Añadió: “Este es un proyecto de ley fuerte que nos lleva en el mejor camino al alentar la economía a la vez que identifica la principal causa de nuestros problemas actuales: el mercado de la vivienda”.

En otra acción de consecuencia para miles de hispanos, el Congreso aprobó el primer cambio en 10 años a las leyes federales sobre educación universitaria. La legislación hace el llamado Pell Grant disponible durante todo el año y no solo en el otoño y primavera. Estas becas comprenden el principal programa de asistencia a estudiantes universitarios de bajos recursos. El proyecto de ley además requiere que las universidades que aumenten su matrícula más en comparación a otras expliquen el porqué del aumento.

Los legisladores también discutieron el plomo en los juguetes, con ambas cámaras aprobando legislación que impone los estándares más restrictivos del mundo. La legislación, que se espera el presidente Bush firme próximamente, prohíbe los juguetes y otros productos de niños que contengan varios tipos de un químico que hace el plástico más flexible y suave.

Un tema dejado a un lado trata con la energía. Los republicanos y demócratas están con los brazos cruzados en una batalla sobre qué hacer con el creciente costo de la gasolina, y lo que se espera es alza en el costo de la calefacción este invierno que viene.

Los republicanos quieren que se preste mayor atención al tema de exploración en las costas del país, mientras que los demócratas argumentan que esa no es una solución factible. El líder del Senado, Harry Reid de Nevada, acordó llevar acabo una “cumbre de energía” el mes que viene, pero no se espera nueva legislación.

El tema causó una conmoción en el pleno de la Cámara la semana pasada.

Habían ya formalmente entrado en receso, pero varios republicanos permanecieron para criticar sus colegas por terminar sin discutir los temas energéticos. Esto causó gran aplauso de los espectadores en el balcón del lugar.

Parece que los legisladores esperarán hasta la nueva sesión congresional el año que viene para discutir fondos para una mayoría de las agencias federales.  Se espera que los legisladores aprueben varias medidas temporales para que las dependencias puedan seguir funcionando por el primer cuatrienio del nuevo año fiscal, que comienza en octubre.

Además de aprobar fondos para operaciones militares en Irak y Afganistán, el Congreso aprobó sólo un proyecto de ley de fondos, para el cuidado médico de veteranos, arreglos para bases militares y construcciones en las mismas. Quedan pendientes 11 proyectos de fondos.

El liderazgo demócrata dice que prefiere esperar por un nuevo presidente y una nueva sesión congresional antes que lidiar con un presidente saliente sobre asuntos presupuestarios.

El Congreso hizo poco con el tema de la inmigración, esto luego de haberle dicho a los grupos que abogan por los inmigrantes que una nueva mayoría demócrata discutiría el tema sin mayor retraso.

Se espera también que quede pendiente un acuerdo comercial entre Estados Unidos y Colombia. El gobierno colombiano ha gastado millones de dólares cabildeando en el Congreso estadounidense, pero la medida no goza de apoyo con la mayoría demócrata. Una medida sobre un tratado que los que la oponen dicen resultaría en un pérdida de empleos en el país es poco popular en ambos lados políticos en año electoral.

La presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi de California ha dicho que sus colegas merecen una calificación de “A” por su trabajo, pero los sondeos muestran poco apoyo por parte del público por la labor congresional, con entre el 13% a 21% diciendo que hacen un buen trabajo – cifras peores que las del presidente Bush.

Patricia Guadalupe es corresponsal en WTOP Radio y cubre asuntos latinos para varios medios. E-mail: [email protected]