"Mexicano-americanos nacidos en Estados Unidos tienen mayores tasas de depresión y fobias en comparación a los mexicano-americanos nacidos en México.  Aquellos nacidos fuera de EEUU registran tasas significativamente más bajas de desórdenes mentales a desarrollarse a lo largo de su vida que aquellos nacidos aquí.   Cuanto más tiempo se vive aquí, ello se torna en un factor en el desarrollo de problemas mentales".

"Los puertorriqueños de la isla registran tasas más bajas de depresión que aquellos que viven en Nueva York".

Estos comentarios fueron parte de un reporte del Cirujano General estadounidense respecto a la Salud Mental de Hispano Americanos en el 2001.

Nuestros jóvenes enfrentan el mayor riesgo con un significativo número de problemas de salud mental en mayor proporción que los jóvenes de raza blanca.  "Los adolescentes mexicano-americanos reportan más síntomas depresivos, y una tasa de depresión del 12% frente a solo un 6% de los adolescentes blancos", según el mismo reporte.

Se halló que al comparar por ejemplo a jóvenes que viven en los Estados Unidos con aquellos que viven en México, aquí reportan más síntomas depresivos, mayor uso de drogas ilícitas y más pensamientos suicidas que su contraparte mexicana.

Es necesaria una reflexión seria ante el hecho de que los Hispanos en los Estados Unidos enfrentan una creciente tasa de problemas de salud en general y específicamente de problemas mentales.   Muchos latinos han vivido en los Estados Unidos por generaciones y experimentan similares problemas de salud que los Afro-americanos y las personas de raza blanca, sin embargo para los inmigrantes recientes los problemas son un tanto diferentes.   "Bajo cualquier circunstancia la inmigración puede ser traumática" señala la American Psychiatric Association – APA.

Las dificultades asociadas con el traslado a un país diferente son muchos y diversos, comenta la APA.  La pérdida del soporte familiar, de los seres queridos, de la comunidad y la iglesia hacen muy difícil la adaptación.  Otras barreras son la inequidad, condiciones de vida inferiores, mala nutrición, falta de acceso al cuidado de salud, todo esto hace de la aculturación un proceso más duro de enfrentar.

Sumado a esto puede haber un estigma asociado con la necesidad de tener que buscar la ayuda de un profesional en salud mental.  Algunos tal vez se sientan inclinados a ignorar el problema como algo que pasará, o lo toman como simples nervios, cansancio o algún otro tipo de problema de salud.   Es allí precisamente donde la familia y los amigos deben estar alerta a los síntomas de algo que requiere de ayuda profesional.

"Identificar lo que hacen los inmigrantes para reducir la posibilidad de desarrollar desórdenes mentales podría ser de mucho valor para todos los estadounidenses" declaró el Cirujano General de los Estados Unidos.

Es notable la resistencia de los recientes inmigrantes hispanos al enfrentar las dificultades que suelen hallarse en un nuevo país.  El mismo reporte del Cirujano General destaca que muchos latinos mantienen fuertes vínculos con sus familias en su país de origen y esto ayuda a proporcionarles un punto de apoyo al momento de enfrentar presiones en los Estados Unidos.  El impulso a salir adelante para así poder asistir a sus familias que quedaron es otro factor importante.  Esto explica en parte el por qué los inmigrantes latinos tienen más éxito en lo que respecta a salud en general y a salud mental que las posteriores generaciones de latinos nacidos en Estados Unidos.

Otro aspecto es cómo las familias se manejan cuando un miembro padece una enfermedad mental.  Algunos estudios comentan cómo los hispanos tienden a apoyarse en su espiritualidad y en la creencia en Dios brindando a los miembros de la familia un sentido de esperanza.  Aquello junto a la calidez de la familia latina y de cómo las enfermedades mentales son percibidas frecuentemente ayudan al que las sufre a salir adelante.

Señales de Alarma

Presentar uno o dos de estos síntomas no es en sí lo determinante para desarrollar una enfermedad mental pero varios factores combinados es ya una señal para buscar ayuda profesional.  Algunos de la señales de alarma en adultos son estas:

- Marcados cambios de personalidad

- Inhabilidad de lidiar con actividades diarias y problemas

- Extrañas ideas grandiosas

- Ansiedad excesiva

- Prolongada depresión o apatía

- Marcados cambios en los hábitos alimenticios o en el patrón de dormir

- Altibajos de ánimo

- Abuso de alcohol o drogas

- Excesiva ira hostil o comportamiento violento

En niños algunas señales de alarma son:

- Aparentemente muy emocional y preocupado

- Llorar mucho

- Pidiendo ayuda o insinuando que se le ayude constantemente

- Constantemente preocupado, ansioso o intenso

- Temores infundados que interfieren con actividades normales

- Falta de concentración en la escuela y en actividades propias de su edad

- Profesores han notado la ansiedad y agresividad del niño

- Pérdida de interés en jugar y en amigos

- Dificultad para dormir

Menos del 10% de los latinos busca ayuda de un especialista en salud mental según un reporte comentado por la Asociación Americana de Psiquiatría - APA.  La falta de seguro médico es una barrera pero sí existen opciones a través de los departamentos de salud estatales y los centros comunitarios latinos locales que proveen guía hacia los servicios disponibles.

La APA provee excelente información en su sitio Internet en español: http://www.healthyminds.org/letstalkfactsspan.cfm

Recursos y contactos a grupos locales también los proporciona en español la National Alliance on Mental Health: http://www.nami.org/template.cfm?section=NAMI_en_espa%F1ol